El último jueves, en el marco del debate del presupuesto, la decisión que tomó Activar a través de mi rol como Diputado provincial, fue acompañar con el voto afirmativo la propuesta. Estamos convencidos que el gobierno provincial tiene que contar con las herramientas necesarias y suficientes para implementar las políticas públicas que tanto necesitan los misioneros.

Vivimos en un contexto donde la información abunda. Como nunca antes en la historia de la humanidad, contamos con los mecanismos para poder conseguir casi de manera inmediata información de cualquier parte del mundo. Sin embargo, que tengamos la capacidad de acceder, no necesariamente quiere decir que le demos la profundidad que corresponde a lo que estamos buscando.

Muchas veces, por esa falta de rigor científico, hasta el mismo dato se pone en discusión, en debate, perdiendo el sentido y la importancia de poder contar con información fidedigna para la correcta toma de decisiones.

Muchos de los datos que hoy la provincia tiene disponible se remontan al 2011, como es el caso del Producto Bruto Geográfico (PBG), indicador fundamental para obtener un diagnóstico correcto de la situación económica. En el mismo sentido, tampoco se conoce la situación real de la pobreza en Misiones.

Ya sea porque no están o no se publican, estos tipos de indicadores son fundamentales para tener un diagnóstico claro y preciso, a partir del cual se podrían realizar proyecciones para entre otras cosas, fomentar la inversión privada.

Para lograr que Misiones tenga un crecimiento y desarrollo sostenible (que baje la pobreza, suba el empleo y mejoren la situación laboral actual) es imprescindible generar riqueza, y para esto se necesita inversiones (públicas y privadas).

Uno de los caminos para lograr este objetivo, sería que cada peso que recauda el Estado provincial esté asignado de manera correcta y eficiente. El esfuerzo que cada misionero hace pagando sus impuestos tiene que tener como prioridad orientarse al incremento de la producción y por ende al robustecimiento del PBG.

Lamentablemente, durante los últimos años se observa que, tanto en el presupuesto provincial como en la situación contable de las empresas del Estado, los números no cierran y gran parte de la recaudación de impuestos va destinada a cubrir esos “rojos”. Esto se puede ver, por ejemplo, en el aumento del número de ejecutivos en los Directorios de estas empresas, algo totalmente injustificado.

Lo correcto sería que esas empresas tiendan al equilibrio y los excedentes sean destinados a fomentar la inversión en las áreas prioritarias.

Sumado a esto, debemos considerar crear las condiciones para atraer cada vez más inversiones privadas. Algo que en la actualidad no está pasando. La alta presión fiscal lejos de ser un incentivo, desalienta el desembarco de las mismas. Es necesario reducirlas para facilitar y apoyar al que quiere invertir, al que va a generar puestos de trabajo y va a contribuir con impuestos, que permitan generar más inversiones. Es imprescindible tender a sostener un círculo virtuoso de la economía en tal sentido.

La burocracia es un actor clave en este proceso. Tiene que acompañar al inversor, los trámites tienen que ser ágiles y sencillos para los que quieren generar trabajo en nuestra provincia lo puedan hacer con las mínimas dificultades. Más facilidades y menos trabas. El régimen tributario misionero es complejo y genera muchas dificultades a quien quiere abrir un comercio o una empresa. Tiene una superposición de impuestos y retenciones que implican que el sector privado haga un gran esfuerzo para pagarlos por adelantado.

Misiones necesita previsibilidad y seguridad jurídica que acompañe y apoye las inversiones privadas.

(*) Germán Kiczka es Diputado Provincial del partido Activar y del frente Juntos por el Cambio