Opinión

Todo para después: un gobierno provincial que no arranca

cargando anuncio

Por Emilia Pecaro

Compartir
Compartir articulo
Todo para después: un gobierno provincial que no arranca

Los maestros han cambiado los libros por carteles y las aulas por las calles, impartiendo una clase magistral sobre la lucha por derechos laborales que el gobierno provincial parece haber decidido saltarse. A medida que los docentes claman por salarios dignos y condiciones laborales justas, la administración local parece estar más ocupada redactando excusas que soluciones, exhibiendo un dominio en el arte de la procrastinación política.

Los salarios de miseria que enfrentan los educadores de la provincia apenas sirven para cubrir sus necesidades básicas, convirtiendo la enseñanza, esa noble profesión de forjar futuros, en un acto de supervivencia diaria. La ironía de la situación es casi digna de una novela de Kafka: se espera que estos maestros preparen a los jóvenes para prosperar en un mundo competitivo mientras se les niega la posibilidad de prosperar ellos mismos.

Mientras tanto, el gobierno de Misiones parece más interesado en cualquier cosa menos en los gurises de nuestra provincia. La falta de acción no solo sugiere un motor gubernamental que nunca arranca, sino también un vehículo sin dirección, avanzando sin rumbo. El GPS se desconfiguró.

El esfuerzo por silenciar las voces docentes, limitando las asambleas en las escuelas, es otra joya de la indiferencia oficial. Parecería que el gobierno provincial ha adoptado una política de indiferencia absoluta, de respuestas vagas y vallas en la legislatura, una estrategia que está bien lejos de resolver problemas y se esfuerza por ignorarlos hasta que, con suerte, desaparezcan por arte de magia.

En las redes sociales, los docentes no se guardan nada. Comparten videos y relatos que evidencian un creciente descontento, dibujando el retrato de un gobierno que mira hacia otro lado mientras sus educadores, y con ellos el futuro de la provincia, se estancan en el olvido.

Si Misiones fuera una escuela, el gobierno provincial estaría reprobado en Cuidado y Atención. Los docentes, por su parte, no solo están enseñando materias básicas; están dando lecciones sobre cómo luchar por la justicia en una provincia donde la clase gobernante ha olvidado hacer la tarea. Tal vez sea tiempo de que los líderes políticos vuelvan al aula, no para enseñar, sino para aprender una lección esencial: en la educación, como en la vida, lo que realmente importa son las personas a las que acompañas, especialmente cuando esas personas son los niños y jóvenes que sostendrán el futuro de Misiones.

Pongan primera, muchachos, que el futuro de nuestros gurises no espera.

Comentarios