El personal del NENI 2032 se vio impactado por la reciente ola de robos que afecta la institución. En declaraciones, uno de las docentes expresó su sorpresa al descubrir la sala de 4 años abierta y desordenada, con cajas desarmadas y objetos tirados por todas partes.

Los ladrones rompieron el techo para acceder al interior del edificio. Esta misma técnica fue empleada en el robo anterior, ocurrido apenas cuatro días antes del último incidente.

Ante esta situación, el personal del NENI buscó información entre los vecinos y la escuela primaria cercana, pero hasta el momento no obtuvieron pistas claras sobre los responsables.

La falta de sistemas de seguridad como cámaras o alarmas en el sector ha dejado a la institución vulnerable, a pesar de ser un lugar con un alto tránsito de personas. A pesar de los esfuerzos realizados, los objetos sustraídos no fueron recuperados y los culpables siguen en libertad.

En un intento por recaudar fondos y compensar las pérdidas, el personal organizó rifas, pero incluso los premios de estas actividades fueron robados.

Los residentes del barrio señalan que los perpetradores podrían ser personas conocidas que frecuentan la zona, e incluso algunos podrían vivir en el mismo vecindario. Los robos han afectado no solo el material de la institución, sino también el sentido de seguridad de la comunidad.