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El extraño caso de Analía Oliveira

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La joven misionera vivía en Buenos Aires junto a su novio, un cadete del ejército. En el 2014 desapareció sin dejar rastros. Su madre sospecha que fue víctima de una red de trata. La Justicia asegura que está muerta.

El extraño caso de Analía Oliveira

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La joven misionera vivía en Buenos Aires junto a su novio, un cadete del ejército. En el 2014 desapareció sin dejar rastros. Su madre sospecha que fue víctima de una red de trata. La Justicia asegura que está muerta.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”128104″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Analía Itatí Oliveira, de 24 años fue vista por última vez la noche del sábado 9 de agosto del 2014, cuando salió sola, con su celular y su DNI, de su casa del barrio Santa Marta, ubicado en el partido de Ezeiza, en la localidad bonaerense de Tristán Suárez.

Miriam Peralta –madre de Analía– está convencida de que la chica fue víctima de trata. No obstante, la Justicia determinó que la joven fue asesinada, aunque nunca se dedicó a investigar en qué circunstancia se habría producido el crimen y tampoco fue detenido ningún sospechoso por el caso.

La joven vivía en Buenos Aires desde el 2012 junto a su novio Juan Carlos Sostoa, un cadete militar que se desempeñaba en Campo de Mayo. Había estudiado licenciatura en turismo, pero trabajaba de empleada doméstica.

Según declaraciones en la causa, la pareja se disolvió pocos días antes de la desaparición de la muchacha, quien pasó a compartir la casa junto a Samantha Villagra, una amiga y ex cuñada.

Precisamente fue Samantha quien realizó la denuncia de la desaparición de Analía, tras contactarse con sus familiares en Posadas para consultar si tenían conocimiento del paradero de la joven.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”128105″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En noviembre de ese año, en medio de una desesperada búsqueda de la familia, la investigación dio un importante giro. Dos piernas de una mujer descuartizada fueron halladas en un descampado de su barrio y los cotejos genéticos arrojaron que eran los restos de Analía.

Para la Justicia era caso cerrado: alguien asesinó a la chica y tiró parte de su cuerpo en ese baldío. Sin embargo, nunca investigó quién la había matado.
En ese marco, la madre de la joven solicitó al fiscal de Ezeiza Carlos Hassan que repitan la pericia y se dispuso un nuevo ADN del cual hasta hoy no se saben los resultados.

Así las cosas, Miriam decidió impulsar un pedido de justicia desde Posadas, en forma reciente contrató una abogada local para que lleve adelante el caso y pedirán la revisión de las resoluciones que se tomaron en los tribunales bonaerenses.

“La señora está convencida de que estamos ante un caso de trata”, indicó a MisionesCuatro la abogada Roxana Ramírez, ahora a cargo de la causa. En ese sentido, agregó que existieron irregularidades en el proceso judicial que tienden un manto de sospecha sobre la veracidad de los resultados.

Mencionó –por ejemplo- que Miriam tuvo que hacer el reconocimiento de un cuerpo mutilado y no tiene la convicción de que sea su hija. Cuando pidió un nuevo cotejo genético, las pruebas fueron tomadas de una manera cuestionable. “Le tomaron el ADN a la madre, algo que no corresponde”, aseguró Ramírez, argumentando que la línea en los perfiles genéticos se deben tomar del hombre, en este caso el padre.

Además indicó que nunca se investigó la hipótesis de trata y Peralta jamás fue notificada de ninguna de las operaciones jurídicas. “No es ella la que tiene que estar moviéndose por todo el país, el proceso tendría que ser distinto”, sostuvo la letrada, en referencia al poco amigable sistema judicial que dejó de lado a la mamá de la víctima.

Por otro lado, afirmó que “aun cuando sea el cuerpo de Analía el que hallaron, no se ha establecido quién la mató”. Ante esta situación, la letrada está analizando la posibilidad exigir la revisión de la causa.

Por su parte, Peralta opinó: “Yo creo que ella está en una trata y ya pudieron sacarla del país”. A su vez, apuntó contra la Justicia por no investigar al ex novio de la joven. Según señaló, el cadete del ejército cambió de número de celular y bloqueó el acceso a su cuenta de Facebook para evitar cualquier diálogo con la familia de Analía ni bien sucedió el episodio. Esta actitud aumentó las sospechas de la madre, que no cesa en su búsqueda incansable por conocer la verdad.

Al momento de su desaparición, Oliveira tenía el cabello rubio, usaba un arito en el labio y otro en el ombligo, y un tatuaje en la espalda con el nombre “Juan”. Mide aproximadamente 1,55 metros.

Para aportar información o datos sobre la joven misionera se pueden comunicar a la línea 911 o 145.

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