Según informes del periodista Mario Fedorischak para el noticiero central de Misionescuatro, la víctima se encontraba bañándose en el río, en una zona no habilitada, junto a un grupo de amigos cuando ocurrió el fatídico incidente. Uno de sus compañeros, desesperado, corrió hasta la comisaría ubicada a unas seis cuadras del lugar para pedir ayuda.
El área donde ocurrió el ahogamiento presenta una serie de riesgos que contribuyeron al desenlace trágico. El lecho del río está plagado de raíces y restos de árboles, mientras que en la zona funcionaba una arenera, lo que podría haber generado corrientes peligrosas o áreas de mayor profundidad de lo habitual.
Fedorischak señaló además que el río Paraná, en ese sector, experimenta cambios abruptos de profundidad en pocos metros, lo que lo convierte en un entorno especialmente peligroso incluso para aquellos que saben nadar.