POSADAS. El titular de la Comisión de Libertad de Prensa de Adepa, Daniel Dessein se sumó a las críticas al Observatorio de la Desinformación y la Violencia Simbólica en Medios y Plataformas Digitales que impulsa la Defensoría del Público a cargo de Miriam Lewin, al advertir que por un objetivo noble como limitar las noticias falsas, se instrumentan mecanismos de censura previa, que restringen la libertad de expresión.

De acuerdo con Dessein, “el fenómenos de las noticias falsas es un problema en todo el mundo. Es bueno que se debata y se intente buscar elementos para neutralizar los daños que generan. Pero siempre y cuando esto surja de la sociedad civil. De la propia ciudadanía, de los propios medios. O de organizaciones específicas como Chequeado.com. Pero cuando surge desde el Estado, lo que se distorsiona es una clave básica de nuestro sistema institucional, que tiene que ver con el cuidado de la libertad de expresión, la base de todas las libertades en las sociedades de derecho”, advirtió.

En esta línea, Dessein recordó que una de las funciones del periodismo, es la de “fiscalizar al poder. Cuando el poder fiscaliza al periodismo, se distorsionan ciertas pautas básicas de nuestra Constitución. Nuestro artículo 32 prohíbe restringir la libertad de prensa. El artículo 14 consagra el derecho a recibir y difundir información sin censura previa”, remarcó.

La censura previa promovida desde el Estado

Asimismo, Dessein rechazó “cualquier elemento que distorsione esto y pueda actuar como mecanismo de autocensura o de censura sutil, elementos disfrazados, ‘espada de Damocles’, advertencias y elementos que puedan atemorizar a quienes generan información porque pueden ser escrachados o eventualmente, ese monitoreo servirá de insumo a estructuras que los penalicen”.

Vinculado a esto, el especialista recordó que, en tiempos de pandemia, se han dictado normas provinciales que, intentando perseguir a quienes dinfunden noticias falsas, restringen la libertad de expresión. “Siempre es muy peligroso que por un propósito noble como limitar las noticias falsas, se termine restringiendo la libertad de expresión, que es la base de nuestra democracia”, insistió.

Las redes sociales como lo opuesto al periodismo profesional

Consultado sobre el rol de las redes sociales y la posibilidad de que Nodio se centre en la actividad en las redes, Dessein explicó: “La tarea del periodista implica ciertos protocolos, estándares, procesos y métodos, que hacen al chequeo de la información, la tamización, la distinción de entre lo verdadero y lo falso. Y luego, entre lo relevante y lo accesorio. Tratar de suministrar elementos para construir una agenda común, que sirva de base para un debate democrático. Jerarquizar esa información interpretándola y dándole un contexto, anticipando que implica para cada audiencia. Todo ese ejercicio es lo mejor con lo que contamos los ciudadanos para protegernos de lo opuesto: las campañas de desinformación y la circulación de contenidos de baja calidad que disminuyen el nivel del debate público”, puntualizó.

Según el referente de Adepa, en la base del observatorio Nodio, “se decía que el intento era debatir sobre las noticias falsas que se generan en las redes sociales y en los medios de prensa, como si fueran lo mismo. En realidad, son lo opuesto. Las redes sociales son un terreno fértil para que se diseminen noticias falsas. Porque el modelo de negocios y los objetivos de las plataformas, son totalmente distintos de los del periodismo. Cuando disminuye el nivel calidad y traiciona el pacto con su lector, oyentes y televidente, (el periodismo) es castigado con una audiencia que deja de seguirlo”, explicó Dessein.

El problema del periodismo militante

Sobre el final de la entrevista, Dessein opinó sobre la posición defendida por Miriam Lewin, quien impulsa el observatorio Nodio, “hay ciertos extravíos ideológicos y conceptuales, como el periodismo militante, que lo que hace es subordinar la información a ciertas ideas preconcebidas. Difundir la información con un sesgo. Entonces todo lo que esté en línea con mis ideas, lo difundo. Y aquello que va en contra, lo desecho. Y pongo el acento en aquello que confirma mis propios pensamientos”, alertó Dessein.

El referente de Adepa, alertó respecto de los peligros de la “deshonestidad respecto de la actividad periodística, esa desviación de los protocolos en los cuales los hechos deben ser sagrados, y a partir de allí opinar libremente en un sentido u otro”. Y ponderó “el respeto al protocolo y a la verdad como un método. Como una línea de acción y un objetivo al que nunca se llega. Y luego a partir de los hechos que nos ponemos de acuerdo, opinaremos y nuestra ideología jugará un papel. Cuando el mecanismo es el inverso y ponemos a la ideología por arriba de la información, se producen esas distorsiones”, señaló.

“Y dentro de esas distorsiones está el law-fare, la idea de que el periodismo están en complicidad con sectores de la justicia y la política”, sentenció.