Política

#CuadernosK: terror entre los gobernadores por los dichos de López

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El Gobierno mantiene la relación aceitada pues trabaja para aprobar el Presupuesto, con cinco gobernadores de una línea dura, frente a las negociaciones. Sin embargo, todos tienen temor de lo que podría llegar a revelar el ex Secretario de Obras Públicas José López, en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas. Fue el encargado de repartir la obra pública a provincias y municipios entre 2003 y 2012. Por ahora, sólo mencionó a dos intendentes.

#CuadernosK: terror entre los gobernadores por los dichos de López

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El Gobierno mantiene la relación aceitada pues trabaja para aprobar el Presupuesto, con cinco gobernadores de una línea dura, frente a las negociaciones. Sin embargo, todos tienen temor de lo que podría llegar a revelar el ex Secretario de Obras Públicas José López, en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas. Fue el encargado de repartir la obra pública a provincias y municipios entre 2003 y 2012. Por ahora, sólo mencionó a dos intendentes.[/vc_column_text][vc_single_image image=”193825″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL. La reunión de gobernadores peronistas del viernes pasado, en el icónico CFI de la porteña calle San Martín, intentó mostrar músculo en el seno de los mandatarios provinciales.

Pero lo que prima actualmente en ese grupo de gobernantes es el temor y la preocupación: todos ellos se sienten temerosos en medio de la tensión política entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner y aterrados por la expansión del caso de los cuadernos de la corrupción, principalmente en lo que pueda contar José López, el ex secretario de Obras Públicas, que le conoce las costillas a cada uno de los actuales y los ex gobernadores.

La cita de la semana pasada en el CFI fue generada por quienes en el Gobierno nacional bautizaron como “los cincos grandes del buen humor“: así, se referencia a los gobernadores más duros que son Juan Manzur (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Carlos Verna (La Pampa), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Alberto Rodríguez Saá, de San Luis.

Esa reunión de 4 gobernadores y 5 vices contó además con la participación de la CGT, lo que molestó profundamente a los ministros de Mauricio Macri que mantienen la relación con el peronismo: desde el ministerio de Rogelio Frigerio les piden “jugar por la gobernabilidad” en virtud de la delicada situación económica y fiscal y ven en varios de esos caciques provinciales actitudes rayanas a lo opuesto.

La dureza principal está en el pampeano Carlos Verna -hoy con línea cerrada con el Gobierno- y a Rodríguez Saá, quien aspira a acompañar a Cristina Kirchner en la pelea electoral de 2019.

Los demás casos tienen su característica: el formoseño Insfrán es un duro también pero mantiene lazos con la gestión nacional, lo mismo que la fueguina Rosana Bertone, quien afronta una delicada situación en su provincia y, por ende, necesita de los flujos que llegan desde la administración central.

Pero la presencia de Bertone en el CFI -junto a los “cinco grandes”- enojó al Gabinete de Macri pues, hasta el momento, ella jugaba en el grupo de los “racionales” donde se suscriben Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Manuel Urtubey (Salta), Domingo Peppo (Chaco), Sergio Casas (La Rioja), Hugo Passalacqua (Misiones) y Juan Schiaretti, de la mediterránea Córdoba. Sergio Uñac, de San Juan, está hoy por hoy, en un limbo.

Tanto el jefe de Gabinete Marcos Peña como el titular de Interior, Rogelio Frigerio, aspiran a lograr acuerdos con la mayoría de ellos para aprobar el Presupuesto en el mes de noviembre: esa es la señal que hoy necesita el Gobierno hacia los mercados, en busca de la calma tan ausente.[/vc_column_text][vc_single_image image=”193826″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Todo esto sucede en medio de la visita de este viernes del presidente Macri a Tucumán, donde se mostrará con Manzur. En la Rosada saben que “Manzur le dice a todo el mundo que él juega para la carrera de Presidente”. Eso lo pone al peronista norteño en la carrera de 2019 con vista a lo nacional, despejando la provincia a su antecesor José Alperovich, un duro alineado con CFK.

Pero también obliga a Manzur a definir en qué parte de la grieta peronista se ubicará, en días en que el Senado mostró la división que Cristina genera en todos los peronismos de las provincias. Aquí también talla el inoxidable Miguel Ángel Pichetto, hoy atento a mantener la cohesión de su bloque senatorial más que a la carrera presidencial en la que se anotó, hasta el momento, de un modo casi testimonial.

Terror a las revelaciones de José López

De todos modos, el temor más pronunciado en varios del elenco gubernamental está en lo que pueda arrojar la causa de los cuadernos de la corrupción. José López se arrepintió y amenaza con dar nombres.

Pero el misterio sobre su suerte judicial aterra a quienes supieron entablar una relación fluida con quien definía con su dedo dónde y cuándo llegaba la obra pública nacional a los diferentes distritos.

Quienes también están alterados son los gobernadores y caciques radicales. El llamado “Plan Monzó” generó una catarata de llamados de miembros de la UCR pidiendo explicaciones: el periodista Carlos Pagni relató en una nota que ese plan sería que Cambiemos no haga fuerza en varias provincias donde los gobernadores “amigables” pretendan reelegir.

Esa idea -que se le atribuye al jefe de la Cámara de Diputados Emilio Monzó pero que otros le ven la autoría intelectual de Sergio Tomás Massa- fumigaría la intención de varios jefes radicales de acceder a gobernar sus territorios, como en Chaco, Misiones, Entre Ríos o la mismísima Córdoba.[/vc_column_text][vc_single_image image=”193271″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

jmm.

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