BUENOS AIRES. Una de las primeras repercusiones del fenomenal “dietazo” –es decir, el aumento a empleados legislativos de la Nación- del 40% y del incremento a empleados bancarios avalado por el gobierno nacional llegó por parte de la CGT (Confederación General del Trabajo) que, a través del jerarca sindical Héctor Daer (Sanidad) reclamó públicamente al Ministerio de Trabajo convoque a las paritarias de todos los gremios que firmaron aumentos salariales en sus Convenios Colectivos de Trabajo (CCT), cuyos incrementos fueron superados ampliamente por la inflación que se vive en el país.

De acuerdo con Clarín, el titular de FATSA (el gremio de la Sanidad) confirmó el pedido al ministerio que conduce Claudio Moroni. Justamente, Sanidad es un sector que mantiene una tensa discusión por los Convenios Colectivos de Trabajo. Situación que “puede llevar a un conflicto la semana próxima”, según advirtió Daer.

Con una inflación que no da tregua y acumula un 21,5% en los primeros cinco meses del año, los acuerdos paritarios que se firmaron en el primer semestre del año están quedando desfasados. El avance de los precios está llevando a que muchos gremios –en particular, los de mayor capacidad de movilización/presión– estén revisando los montos acordados. Aún antes de la fecha estipulada para la revisión.

El pedido de la CGT es para extender y centralizar los reclamos gremiales y se apoya en la paritaria de bancarios que este miércoles el propio Presidente Alberto Fernández avaló con su firma. Y en la paritaria de Edificios de Renta, según Clarín.

Inicialmente, a comienzos de este año, los bancarios habían firmado una actualización salarial de 2,1% pendiente de 2020 y una mejora del 29% para 2021. Este acuerdo estipulaba que iban a darse aumentos en tres tramos. Un 11,5% entre enero y marzo, otro 11,5% abril y julio y un 6% a partir de agosto. Con cláusulas de revisión en septiembre y noviembre. El porcentaje de incremento está alineado a la inflación proyectada por el gobierno, del 29% para todo el 2021.

En consecuencia, los bancarios recibirían una recomposición del 23% al mes de julio. Pero la inflación rondaría el 30%. Es que a los 21,5% acumulados en Mayo, habrá que sumarles un 3,5% en junio. Y otro porcentaje igual en julio. Y son estimaciones conservadoras. Es decir, la inflación podría ser superior. Como mínimo, los bancarios liderados por el kirchnerista Sergio Palazzo (jefe de la ABA), quedarían 7 puntos por debajo de la inflación.

Así pues, antes de la “revisión” de septiembre, los bancarios cerraron aplicar el 29% inicialmente acordado. Y se adiciona un 7% en Agosto y otro 7% en Octubre, sobre los salarios actualizados a comienzos de año. La compensación por el Día del Bancario, categoría inicial, se estableció en $ 100.000. Y en diciembre, los bancarios acordaron realizará una nueva revisión del acuerdo. Siempre observando cómo evoluciona la inflación.

En los Edificios de Renta, uno de los primeros sindicatos en firmar el 32% de aumento salarial a comienzos de febrero, se reabrió la paritaria y pactó un pago extra de $ 8.000 mensuales hasta febrero de 2022. Así llevaron el 32% a un 44,8% de enero a diciembre de 2021.

Ante esta nueva realidad paritaria (e inflacionaria), en el resto de los gremios que ya firmaron sus convenios con aumentos en cuotas del 29 al 35%, exigen seguir el ejemplo de Bancarios y de Edificios de Renta y de convenios estatales, con incrementos en cuotas, para llegar al 45%.

Tal es el caso de ATE. Junto a UPCN y a la patronal (el Estado nacional) acordaron a fines de mayo, un aumento del 35 % en seis cuotas, con una revisión en noviembre por la inflación. A un mes de ese acuerdo Hugo Godoy, dirigente de ATE, le envió una carta al Gobierno para revisar la paritaria que contempla a unos 700.000 trabajadores.

El aumento del 35% es para junio 2021-mayo 2022 en seis tramos: 10% en junio, 5% en agosto, 5% en septiembre, 4% en diciembre, 6% en enero y 5% en febrero. Es un 24% en 7 meses en este año y 11% entre enero y febrero de 2022. Al igual que con los bancarios, en Julio quedarían 7 puntos por debajo de la inflación.

Cabe recordar que, en los últimos 3 años, en promedio, los salarios reales de los trabajadores registrados o formales, públicos y privados, retrocedieron un 20,1%. Es decir, perdieron más de 20 puntos de su poder adquisitivo al quedar por debajo de la inflación.