El primer debate
presidencial, que se realizará tras la sanción de la ley que lo convirtió en
obligatorio, tiene ocupados en estudiar a algunos candidatos desde hace varios
días, mientras que otros se encontraban relajados y confiados en su oratoria,
aunque los seis equipos de comunicación y asesores técnicos trabajaban
contrarreloj, confiaron a Télam fuentes de los distintos sectores
El presidente Mauricio Macri, quien busca su reelección con
Juntos por el Cambio, estudió los informes preparados por sus asesores en los
tiempos libres entre los actos de gestión y la marcha del “Sí se
puede”, con el objetivo de “remarcar sus propuestas” para un
nuevo período de gobierno.
Macri llegará el domingo a Santa Fe junto a su compañero de
fórmula Miguel Pichetto y su esposa Juliana Awada, según fuentes del equipo de
campaña de Juntos por el Cambio, que también asistirán al debate.
Desde el entorno del presidente se encuentran confiados en la
experiencia de Macri en el formato del debate, ya que el mandatario realizó
varios en estudios de televisión cuando era jefe de Gobierno porteño y
participó de los organizados por Argentina Debate para las presidenciales de
2015, cuando fue electo.
A diferencia de Macri, el candidato por el Frente de Todos,
Alberto Fernández, solo leyó los informes que armaron sus asesores sobre las
propuestas y frases de los otros postulantes pero “no practicó ni simuló el
debate”, porque el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo cree que “si
después de 40 años de política me tengo que preparar para un debate, estoy en
problemas”.
El postulante de Consenso Federal, Roberto Lavagna, dedicó
los últimos días a estudiar las principales ideas sobre los temas que se
abordarán en los debates como relaciones internacionales; economía y finanzas;
derechos humanos, diversidad y géneros; y educación y salud, contaron voceros
del equipo del ex ministro de Economía.
El principal objetivo de los asesores de Lavagna es que el
economista “pueda adaptarse al formato del debate” para expresar sus
ideas con claridad en el corto tiempo que tiene cada candidato, ya que la idea
del postulante de Consenso Federal es “exponer sus propuestas y no lanzar
chicanas ni polemizar con sus rivales”.
Sin la posibilidad de que haya apuntes en el atril, el
candidato a presidente por el Frente de la Izquierda, Nicolás del Caño,
practicaba con sus asesores de comunicación bajo la premisa de que en el debate
tiene que quedar en claro que “la crisis argentina tiene claros ganadores
y que ese sector social es el que debe pagar los costos”.
Otro de los candidatos que estudió y durante estos días
intensificó los ensayos fue el aspirante por el Frente NOS, el veterano de
Malvinas José Luis Gómez Centurión, quien basará su presentación con los ejes
de campaña: la vida, el orden y el trabajo.
Al igual que Del Caño y Gómez Centurión, se espera que el
economista José Luis Espert (Despertar) utilice su estilo pragmático para
enfrentar a sus competidores, especialmente a Fernández, quien obtuvo la mayor
cantidad de votos en las PASO, y a Macri, por ser el actual presidente.
Debate: Los candidatos presidenciales se preparan con distintas estrategias
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