Por segunda vez en agosto y la novena del año, el Gobierno nacional, mediante la Decisión Administrativa 822 publicada este miércoles en el Boletín Oficial, dispuso la ampliación de la autorización de gastos para el resto del año en 8.959 millones de pesos.

Con el aumento dispuesto 13 días antes, en ese caso a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 489, por 708 mil millones de pesos, y las 7 modificaciones previas desde el inicio del año, el Presupuesto original fue ampliado en poco más de un billón de pesos, lo que representa el 12,1 por ciento del monto que aprobó el Congreso Nacional.

De este modo, se trata una autorización de gastos un 41 por ciento superior a la del año anterior, todavía unos 10 puntos porcentuales por debajo del ritmo de la inflación, por lo que cabe esperar nuevas ampliaciones presupuestarias en lo que resta del ejercicio. Más aun considerando los planes en carpeta para impulsar el consumo privado hasta las elecciones de medio término, en noviembre.

Los datos actualizados por la Secretaría de Hacienda al viernes 13 agosto daban cuenta de la ejecución del 56,91 por ciento del gasto autorizado hasta fin de año y 61,6 por ciento de los recursos totales esperados.

La diferencia de los gastos devengados y efectivamente pagados fue deficitaria en 320.310 millones de pesos, equivalente a 6,7 por ciento de los recursos. Pero si en lo que resta del año se ejecutan plenamente las partidas autorizadas hasta el presente y se cumple la meta de ingresos, el saldo final será negativo en 1,26 billones de pesos, equivalente a 41,9 por ciento del total de recursos esperados para los 4 meses y medio restantes.

Frente a semejante desfase, la Tesorería General de la Nación recibió en la primera mitad de agosto transferencias de utilidades contables del Banco Central por 200 mil millones de pesos, 5 veces el giro que recibió un año antes de la entidad monetaria, en ese caso bajo el concepto de “Adelantos Transitorios”.