Días atrás, a punto de vencer la intervención a la Cooperativa de Trabajos Portuarios de Rosario, el juez federal Marcelo Bailaque decidió ponerle fin a la gestión del abogado Roberto Pascualino y nombrar en su lugar Daniel Sorrequieta, cercano al Movimiento Evita.

Un nombramiento en apariencia menor, que esconde la pelea por el control de la cooperativa más rica del país, según publicó LPO este viernes. Es que luego de la detención en 2019 de Herme Juárez, el sindicalista de los estibadores y el creador de la cooperativa y su mutual, este gigante del polo agroexportador del Gran Rosario prestando servicios portuarios, se convirtió en centro de atracción de varios grupos de poder que se disputaron el manejo de la estratégica mutual.

Ganancias de miles de millones de pesos, ahora en manos de Pérsico

De acuerdo con el portal, la CTPR acumula casi 4.000 millones de pesos de utilidades no distribuidas, en distintas entidades financieras.

Un jugador central en ese mundo lo tiene Hernán Sefusatti a través de su banco santafesino Coinag, que con su crecimiento abandonó la figura de banco cooperativo y ya opera como el resto de las entidades, bajo la figura de sociedad anónima. En el mercado estiman que la cooperativa portuaria tiene depositados al menos 1.500 millones en el Coinag.

Durante el gobierno de Cambiemos, la Cooperativa estuvo intervenida, en un principio por Juan José Schaer, quien dispuso la pesificación de los servicios que prestaba la empresa en beneficio de las terminales portuarias. Tras su salida, fue nombrado Roberto Pascualino, abogado de la UBA que estaría vinculado al histórico armador del radicalismo, Enrique “Coti” Nosiglia.

La llegada de Zorrequieta

Cuando venció la intervención de este abogado de la UBA, Pérsico y el referente santafesino del Evita, Gerardo Rico, se movieron rápido para hacerse con la cooperativa. Plantearon en el seno del Frente de Todos, que Pascualino respondía a Nosiglia.

Así, la decisión judicial de desplazar a la intervención de la cooperativa coincidió en el tiempo con la toma de control por parte del Evita del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) con la designación de Alexandre Roig como presidente. Este organismo es el que fiscaliza las cooperativas, de manera que la agrupación que lidera Pérsico, se garantiza así una mirada benevolente sobre su gestión.

Con el ingreso del ex intendente de Puerto General San Martín, Daniel Sorrequieta, la intervención adoptó un claro perfil político. Apenas asumido el nuevo interventor revocó el nombramiento de prácticamente todos los técnicos incorporados por Pascualino.

La ausencia sin aviso de Perotti

Sorrequieta venía de ser desplazado del gabinete de Omar Perotti cuando el rosarino Roberto Sukerman se hizo cargo del Ministerio de Gobierno, a mediados de enero, luego de tres meses de vacancia de la cartera política. El ex intendente estaba al frente de la secretaría logística del Ministerio.

El nombramiento de Sorrequieta al frente de la Cooperativa sacudió a la política del Cordón Industrial y puso en alerta al intendente Carlos de Grandis que lleva cinco mandatos al frente de la Municipalidad de Puerto General San Martín.

Un dato político que llama la atención adentro y afuera del peronismo es que a pesar del peso específico que tiene la Cooperativa en el sector agroexportador, el gobernador Perotti se mantuvo alejado de las decisiones que se tomaron. Esa actitud distante de una pelea de poder central para la provincia que administra, también se la señalan respecto a la discusión por la concesión de la Hidrovía, que vence este año y es la vía de transporte del 80% de los productos exportables del país.