“El discurso del Presidente fue lamentable. Describió un país que él solo ve. Es increíble lo aislado que está de la realidad que todos los argentinos vivimos a diario. No planteó ninguna solución a los problemas que sufrimos todos los días: inflación, inseguridad y los problemas en materia de educación.
Sólo se dedicó a defender su ataque contra la justicia y a echarle culpas a la oposición de lo mal que gestiona, dejando en claro cuáles fueron las prioridades de su gobierno durante los últimos tres años. El discurso del 1° de marzo es el más importante de todos.
Es el discurso donde el Presidente rinde cuentas, nos cuenta cómo está el país y marca un rumbo de hacia dónde vamos. Nada de esto ocurrió”.