Milei describió su entrada a la presidencia como un “trabajo” y destacó su conexión única con el poder en comparación con otros políticos. “Mi vínculo con el poder no es el mismo que el resto de los políticos”, afirmó. Explicó que su movimiento buscaba devolver el poder a los ciudadanos, permitiéndoles ser los arquitectos de su propio futuro.

El presidente electo enfatizó la importancia de su victoria al ser la primera expresión abierta hacia un cambio explícito hacia las ideas de la libertad en la historia argentina. “Soy el primer presidente liberar libertario de la historia de la humanidad. Es fuerte”, expresó.

Milei reconoció el mandato que la abrumadora diferencia de votos representa y destacó que recibieron el porcentaje de votos más alto de la historia, con 14.5 millones de votos a pesar de enfrentar lo que describió como “la campaña negativa más grande de la historia”.

Haciendo hincapié en sus compromisos, Milei aseguró que su administración se centrará en eliminar la inflación, impulsar el crecimiento económico para generar empleos de calidad y abordar la inseguridad.

Al abordar cuestiones económicas, Milei destacó su enfoque austero y su intención de trabajar desde Olivos sin caer en lujos. También, enfatizó la transversalidad del mensaje de la libertad y su rechazo al papel excesivo del Estado, señalando que “el Estado presente nos está empobreciendo”.

Milei abordó diversas preocupaciones, desde la Coparticipación hasta la privatización de la educación, y subrayó que su equipo de gobierno está formado por personas de diversos orígenes, destacando que están “armando un seleccionado” sin importar de dónde provengan.

En cuanto a la situación económica, Milei expresó confianza en que podrán desactivar las “bombas” plantadas por el kirchnerismo y abordar la hiperinflación. Afirmó que el ajuste recaerá en el Estado y no en el sector privado, asegurando que “a la gente que trabaja no se la va a tocar”.