BUENOS AIRES. Luego de dos marcadas por la agenda judicial con la reforma del Consejo de la Magistratura y el intento del kirchnerismo de ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema, gran parte del arco opositor logró un inusual consenso en el Congreso para instalar un viejo debate resistido por el oficialismo: la implementación de la boleta única de papel.

Este miércoles por la tarde, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, recibió un pedido de sesión especial para el próximo jueves a las 12 para tratar una reforma del sistema electoral impulsada por Florencio Randazzo. Aún no fue formalizada la convocatoria.  

Los firmantes del pedido y los proyectos con estado parlamentario

El dato saliente es que la nota llevaba las firmas de representantes de los principales bloques de la oposición. La iniciativa lleva las firmas del citado Florencio Randazzo, Luis Di Giácomo y Agustín Domingo (Juntos Somos Río Negro), José Luis Espert (Avanza Libertad), Mónica Fein (Partido Socialista), Alejandro “Topo” Rodríguez (Identidad Bonaerense), Juan Manuel López, Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), Mario Negri, Facundo Manes y Julio Cobos (UCR), Cristian Ritondo, Pablo Tonelli, Silvia Lospennato, Gerardo Milman, Rogelio Frigerio y María Eugenia Vidal (Pro), Ignacio García Aresca (Córdoba Federal), Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos), Margarita Stolbizer y Emilio Monzó (Encuentro Federal) y Rodrigo De Loredo (Evolución Radical).

Con el apoyo de todos estos bloques, la iniciativa suma los 129 votos necesarios para alcanzar el quórum y podría debatirse el tema en el recinto. Según publicó Infobae, si bien la mayoría simple ya está asegurada, ningún proyecto sobre Boleta Única tiene dictamen en comisión. Ocho son los proyectos puestos en consideración y corresponden al radical Gustavo Menna, Claudio Poggi, Alejandro “Topo” Rodríguez, Enrique Estévez, Silvia Lospennato, Pablo Tonelli, Jorge Enríquez y Emilio Monzó. Como ninguno de estos cuenta con dictamen de comisión, su eventual tratamiento deberá ser sobre tablas. Y se necesitarían dos tercios de los votos para aprobar cualquier proyecto, algo imposible sin el apoyo del Frente de Todos. Así pues, la media sanción en la Cámara baja, dependerá del oficialismo.

Una jugada para forzar al oficialismo a constituir la Comisión de Asuntos Constitucionales

Ante la consulta de medios nacionales, dentro de la oposición reconocen que impulsan la Boleta Única para forzar al oficialismo a debatir y sentar postura sobre un cambio en el sistema electoral que rompería con modelos como los de la Ley de Lemas, que son capitalizados por oficialismos provinciales aliados al kirchnerismo. Por otro lado, la intención es que se constituya la Comisión de Asuntos Constitucionales, que viene demorada desde hace meses.

La agenda de transparencia y calidad institucional ya se venía discutiendo durante los últimos meses entre algunos referentes de la oposición. Según explicaron a Infobae, si bien la reforma del sistema electoral puede no ser prioritaria para gran parte de la sociedad, solo puede debatirse con seriedad en un año par, es decir, sin elecciones.

Asimismo, desde la oposición, admitieron no hubo contactos previos con el Frente de Todos para buscar consensos respecto de la Boleta Única de Papel. Sin embargo, recuerdan el antecedente de 2016, cuando Cambiemos logró darle media sanción en Diputados a una reforma que incluía boleta única y voto electrónico. El kirchnerismo votó en contra junto con la izquierda. Sin embargo, luego el proyecto naufragó en el Senado.

En 2021 ya se discutió la iniciativa con el oficialismo de manera informal

Además, hay otro antecedente. El año pasado cuando el Gobierno pidió posponer las PASO debido a la pandemia, la oposición intentó negociar la adopción de la boleta única. Desde la Casa Rosada argumentaron que no había suficiente margen de tiempo para encarar una reforma electoral. Sin embargo, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, se comprometió a analizar el tema en 2022. Hasta el momento el oficialismo evitó pronunciarse.

Desde luego, si la oposición logra darle media sanción a algún proyecto con un mínimo de votos en Diputados, en el Senado, el kirchnerismo y sus aliados podrían bloquear el proyecto. El quórum es de 37 senadores y el oficialismo cuenta con 35 bancas. Pero en este caso puntual probablemente no cuente con dos aliados clave, Alberto Weretilneck y Alejandra Vigo, ya que los rionegrinos y los cordobeses, apoyan la Boleta Única en Diputados.

En cambio, sí contarían con el voto de Magdalena Solari Quintana, del Frente Renovador de la Concordia Social. Es que la Boleta Única de Papel dejaría obsoleta a la cuestionada Ley de Lemas que la Renovación defiende a raja tabla en Misiones, desde 2003. En otras palabras, con Solari Quintana, el oficialismo contaría con 36 senadores para impedir el quórum. Siempre y cuando no haya “rebeldes” en la tropa que comanda Cristina Kirchner.

Sin embargo, independientemente del “poroteo” en el Senado, el Frente de Todos tiene mayoría en la comisión de Asuntos Constitucionales y Cristina Kirchner podría usarla para bloquear cualquier iniciativa.