POSADAS. La gestión de Celia Kozachik al frente de la Subsecretaría de la Mujer dentro del Ministerio de Desarrollo Social quedó en la mira de la opinión pública frente al escándalo por la denuncia de un abuso sexual con acceso carnal dentro de la sede central del PAMI en Misiones. La denuncia se presentó el 20 de Agosto ante Fiscalía, aunque la violación ocurrió a principios de ese mes. El denunciado es Rodolfo Barreto, un militante de “La Cámpora”, que es jefe de Recursos Humanos del PAMI. Y una persona del círculo de la diputada nacional Cristina Britez (La Cámpora – Frente de Todos). En tanto, la víctima es una joven de 23 años, que trabajaba como empleada de limpieza para una empresa privada.
Mientras la jefa de Barreto, Marcela Crechuska, emitió un corto comunicado de prensa en el que se ponía a disposición de la Justicia, la referente “camporista” Britez, se llamó al silencio. Crechuska confirmó el inicio de un sumario interno contra Barreto.
La subsecretaria de la mujer que no se solidariza con una víctima de un funcionario K
Idéntica actitud adoptó Kozachik, quien parece mostrar que el “misionerismo” y la “sororidad” tienen sus límites. Siendo la funcionaria encargada de velar por los derechos de las mujeres en Misiones, se esperaba algún tipo de reacción pública sobre la gravísima acusación. Sin embargo, hasta el momento, no hay ni un atisbo de pronunciamiento. O, al menos, de solidaridad con la denunciante y víctima.
Pero Kozachik no es la única funcionaria renovadora que se llamó al silencio sobre la presunta violación en el PAMI. Otras de las ilustres “feministas” que prefieren no expresar su solidaridad con la denunciante, es la delegada del Inadi, Silvia Risko. Muy activa en las redes para condenar el “machismo” y el “patriarcado”, a varios días de la denuncia contra Barreto, tampoco se expresó en público sobre el tema. Es decir, tampoco se solidarizó con la víctima del funcionario “camporista”.
Y cabe aclarar que el denunciado declaró ante el juez Marcelo Cardozo, que mantuvo relaciones sexuales con la joven en su oficina del PAMI – Posadas, en calle Salta y Buenos Aires. Pero adujo que las mismas fueron “consensuadas” y que ambos mantenían una “relación sentimental”.
El pasado jueves 26 de Agosto, la denunciante no sólo ratificó la denuncia. Además, reveló que está siendo víctima de amenazas. Obviamente, está bajo tratamiento psicológico. Pero no cuenta con el respaldo públicos, de funcionarias renovadoras “feministas”. Ni tampoco de la Red de Mujeres de la Concordia.
La solidaridad de las mujeres renovadoras con las mujeres y niñas… de Afganistán
Cabe recordar que este espacio de mujeres renovadoras, recientemente emitió un comunicado expresando su “preocupación” por la situación de las mujeres en Afganistán, con el advenimiento del régimen talibán.
“Desde la Red de Mujeres de la Concordia de la Provincia de Misiones, frente a los acontecimientos ocurridos en Afganistán, manifestamos nuestra profunda preocupación por la seguridad y dignidad de las mujeres y niñas que habitan dicho territorio, debido a la posibilidad cierta de la violación de sus más elementales derechos humanos”, señalaron en un comunicado.
“Nos solidarizamos con todas las mujeres de dicho país que lograron ingresar en la vida pública con diferentes roles: gobernadoras locales, legisladoras, médicas, comerciantes, maestras etc. y que hoy se enfrentan al cercenamiento de sus derechos y libertades, incluso a pagar con sus propias vidas todo intento de lucha por mantener los mismos”, añadieron.
“Mientras una sola mujer o niña del mundo sea víctima de abusos y actos violentos todas nos sentimos violentadas”
“Hacemos un llamado a todas las mujeres Misioneras, Argentinas y del Mundo entero a mantenernos ‘en alerta y unidas’ para prevenir, velar y denunciar cualquier forma de abuso, discriminación o violencia contra otra mujer. Afirmamos que toda mujer del mundo debe tener los mismos derechos, libertades y oportunidades que los varones. Creemos que es importante que se mantenga abierto el diálogo y se garantice la vida, la paz y la libertad de las mujeres y niñas Afganas”, puntualizaron.
“Por último declaramos que mientras una sola mujer o niña del mundo sea víctima de abusos y actos violentos o vea mutilados sus derechos humanos, todas nos sentimos violentadas y no será posible alcanzar la paz, sea cual fuere el lugar del mundo que habitemos”, precisaron desde la Red de Mujeres de la Concordia.
Obviamente, para esta red, la “sororidad” y la solidaridad con las mujeres y niñas, es posible con las afganas y no con las misioneras. Así queda de manifiesto con la postura adoptada por la red respecto de la presunta víctima del joven funcionario “camporista”. Hacen “silenzio stampa” frente a este escandaloso caso de abuso sexual agravado.
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