BUENOS AIRES. Luego de una semana intensa de labor legislativa en el Congreso, con la vuelta a la presencialidad después de 19 meses, se anticipa que no habrá sesión en la semana entrante, con lo que sigue sin avanzar el tratamiento del proyecto del Presupuesto 2022.

Luego del escándalo por la fallida sesión en la Cámara baja, donde el diputado nacional Máximo Kirchner (FpV – La Cámpora) fracasó al momento de reunir los diputados suficientes para conseguir el quorum y sancionar la Ley de Eitquetado Frontal, luego de la reunión del presidente de la Cámara baja Sergio Massa y jefes de bancadas, desde la oposición anticiparon que seguramente la semana venidera habría sesión, no será así.

De acuerdo con fuentes de Parlamentario no habrá sesión la próxima semana “porque el feriado complica conseguir vuelos”.

Es que la presencialidad, rubricada ya por las autoridades de ambas cámaras tiene varios inconvenientes. Por un lado, las sesiones deberán acordarse con tiempo, habida cuenta que la cuestión de los vuelos post pandemia todavía no ha sido resuelta convenientemente.

Desde luego, no es lo mismo encender la computadora y conectarse al Zoom, que sacar pasaje para estar en Buenos Aires en tiempo y forma. Al menos hasta que se retome la rutina y los vuelos se normalicen totalmente, ese trámite le agregará una cuota de complicación a las sesiones.

Pero con la vuelta a la normalidad decretada por el Gobierno en casi todas las actividades, el Congreso debe demostrar que está a la altura de las circunstancias. Más aún, en el contexto del tratamiento y debate del proyecto del Presupuesto 2022, la ley de leyes del ejercicio fiscal del año entrante.

Al inconveniente con los vuelos hay que agregar las complicaciones por el testeo de los legisladores y trabajadores de ambas cámaras, que debe hacerse antes de cada sesión. En efecto, para la fallida sesión de Diputados, los legisladores estaban citados desde el lunes. Es decir, 24 horas antes de la sesión especial prevista para el martes 5.

Asimismo, la controvertida sesión había sido solicitada el viernes anterior. Si bien no había convocatoria formal, en el Senado también se había anticipado la semana pasada que habría sesión el miércoles venidero.

De tal manera, el feriado del viernes 8 y el lunes 11 conspiraron para la eventual sesión de esta semana.

Ahora, la Cámara baja busca reunirse para salir de la inactividad que arrastra desde el mes de julio. Pero lo cierto es que el nivel de confrontación alcanzado la última semana, con exigencias de la oposición que el oficialismo no está dispuesto a atender, pone en duda cualquier vaticinio. Más concretamente, JxC pidió que avancen los proyectos de Boleta Única y de la Ficha Limpia para dar quorum. El kirchnerismo rechazó de plano esa alternativa y la sesión cayó.

Así pues, la semana que se inicia el 18 de octubre y la siguiente serán clave. Si no hay sesión en Diputados en esos días, ya no habrá sesiones hasta después de las elecciones.

En el Senado, en tanto, el titular del bloque oficialista, José Mayans, había manifestado la intención del Cuerpo de tener “una o dos sesiones antes de las elecciones generales”. Ya hubo una, el último miércoles. Se verá si existe una segunda. De todas formas, en la Cámara alta, Cristina Kirchner y el FdT tienen mayoría “automática”.

El Presupuesto totalmente estancado y fuera de agenda

Así pues, el debate el Presupuesto 2022 sigue estancado. El proyecto ingresó en tiempo y forma el 15 de septiembre. Pero contrariamente a lo que son los usos y costumbres de la Cámara de Diputados, no fue aún presentado oficialmente ante los legisladores.

Es tradición que el Ministro de Economía concurra al Congreso, como máximo, una semana después de presentar el proyecto, para brindar detalles de la propuesta. E incluso responder preguntas, aunque no siempre.

Este año, el ministro Martín Guzmán todavía no se presentó en la Cámara. Y tampoco lo ha hecho ninguno de sus funcionarios.

Este año se adoptaría una modalidad distinta: irían pasando por la Cámara baja secretarios y subsecretarios del Palacio de Hacienda y recién al final se presentaría el titular de la cartera económica. Pero esto no ocurrió y no se sabe cuándo sucederá.

De hecho no hay agenda aún. Al principio, el oficialismo había esbozado una suerte de cronograma que se transformó en un arco que fue corriéndose con el correr de los días. Y ahora nadie se atreve a anticipar cuándo llegarán al Congreso los primeros funcionarios.

Por eso fue que hubo planteos desde la oposición reclamándole a las autoridades de la Cámara convocar al ministro Guzmán para que concurra a dar explicaciones. Sin embargo, el oficialismo bloqueó el reclamo. En el FpV están abocados a la campaña y los detalles del Presupuesto de Guzmán –resistido incluso por kirchneristas-, son urticantes para el bloque mayoritario. De hecho, Máximo Kirchner ya adelantó que el texto será modificado en las comisiones. Esa es claramente la razón de la demora del gobierno.

A lo largo de los años, muchas veces los gobiernos de turno especulan en los años electorales con esperar a la nueva composición de la Cámara para debatir el Presupuesto. Sin embargo, tras la derrota de las PASO, esta administración pueda estar esperando a un próximo Congreso en el que podría disminuir su presencia tanto en Diputados, como en el Senado. A menos que, el kirchnerismo termine especulando con no tener Presupuesto. Y responsabilizar por ello a la oposición. Como lo hicieron en 2010, durante el primer gobierno de Cristina Kirchner.