En una reunión que tenía la esperanza de alcanzar un acuerdo crucial, las negociaciones entre el gobierno provincial y la fuerza policial llegaron a un abrupto final sin acuerdo. Después de una hora y media de intensas conversaciones, Ramón Amarilla, vocero de los policías, anunció que las partes no pudieron llegar a un consenso y que las negociaciones se rompieron.
“Lo que ofrecieron fue una vergüenza”, declaró Amarilla, expresando la profunda insatisfacción de los agentes con la propuesta presentada por las autoridades provinciales. Los detalles precisos de la oferta gubernamental no fueron revelados de inmediato, pero la reacción contundente del vocero sugiere que no cumplía con las expectativas de la fuerza policial.
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