POSADAS. Esta semana circuló en la Legislatura provincial un controvertido proyecto de las diputadas renovadoras Anazul Centeno y Laura Duarte, para la creación de un Observatorio de Medios de Comunicación en el ámbito del Poder Ejecutivo de Misiones, con el propósito de “promover la reflexión, el análisis y las buenas prácticas sobre las producciones de los medios de comunicación de la provincia de Misiones”, un objetivo que puede ser interpretado como un intento de control y censura sobre medios de comunicación no alineados con el poder político de turno.
La iniciativa buscaría ser la contraparte provincial del Observatorio Nodio nacional, que, en su momento, fue denunciado como un intento de construir una especie de “Ministerio de la Verdad”, es decir, un organismo estatal que controle lo que se informa a la población, como ocurre en la célebre novela de George Orwell, “1984”.
El anteproyecto comenzó a circular el jueves último y causó un revuelo enorme. Casi de inmediato, desde la Cámara de Representantes precisaron que el proyecto había sido desechado. Como sea, la maniobra encendió las alarmas entre los periodistas misioneros, que miran el proyecto impulsado desde el oficialismo de la Renovación K, como otro intento de controlar a los medios de comunicación y de atacar la libertad de prensa y de expresión en medios y redes sociales.
El trabajo articulado con el ENACOM y con el Observatorio Nodio
Este observatorio de medios promovido por Duarte y Centeno, ya tiene el antecedente cercano en el tiempo con el Observatorio Nodio, impulsado por la titular de la Defensoría del Público de la Nación, la kirchnerista Miriam Lewin. Es más, el artículo 7 de este proyecto prevé “remitir información a ENACOM. Con el objetivo de trabajar en forma coordinada con el organismo nacional de contralor de los medios de comunicación audiovisual, los informes y las recomendaciones elaboradas por el Observatorio serán remitidos a la Defensoría del Publico de la Comunicación Audiovisual del Ente Nacional de Comunicaciones”.
Según consta en la iniciativa que circuló, el primer artículo dispone la creación del Observatorio de Medios de Comunicación “para promover la reflexión, el análisis y las buenas prácticas sobre las producciones de los medios de comunicación de la provincia de Misiones”.
En tanto, el artículo 3 define las tareas de un Observatorio de medios. Estas son, según el proyecto, identificar, analizar y estudiar “problemas relacionados con los medios de comunicación. (Considerar) como objeto de trabajo los procesos básicos de generación, emisión, circulación y recepción de información a través de los medios de comunicación. Usualmente, un observatorio de medios busca la relación entre los contenidos producidos/presentados, y la función informativa de dichos contenidos”. Desde luego, la función informativa de los contenidos, la definiría el Observatorio censor creado para tal fin.
Los colectivos vulnerables que el Observatorio “protegería”
En ese artículo, el proyecto define a “colectivos vulnerables” susceptibles de ser “protegidos” por el Observatorio, a: Niños, niñas y adolescentes, Mujeres y comunidad LGBTIQ+, Vecinos de los barrios en situación de pobreza, Personas con discapacidad, Personas de comunidades originarias o descendientes de comunidades originarias, Personas de comunidades migrantes o descendientes de migrantes, Personas de comunidades Afro o descendientes de comunidades Afro, Personas de comunidades religiosas o espirituales de cualquier culto, Personas que padecen enfermedades terminales, complicaciones motrices, anomalías congénitas, o cualquier cuadro patológico físico o psicológico, y Adultos mayores.
En función de los derechos de esos “colectivos vulnerables” el observatorio monitorearía a medios de comunicación y redes sociales.
¿Contra las “temáticas sensibles” para el poder de turno?
El proyecto define a las “temáticas sensibles”, el “contenido violento” y a las “fake-news”, como contenidos a controlar por el observatorio.
Desde luego, la definición de qué contenido entraría dentro de estas categorías, correría a cargo del Observatorio renovador. Así, informaciones como la vinculada a la corrupción en el IFAI en el resonante caso del presunto intercambio de contratos a cambio de sexo, podría caer dentro de alguna categoría que permita al Observatorio, censurar la difusión de ese material que fue clave para la renuncia del ex titular del instituto, Marcelo Rodríguez.
“Con perspectiva de derechos y de inclusión social, observar las producciones de los medios desde esta perspectiva como un servicio en virtud de la promoción y protección de los contenidos de los productos comunicacionales locales provinciales en tanto producciones representativas de la experiencia comunitaria, de la identidad local y la memoria colectiva. (El observatorio) Busca fomentar un debate social y político tendiente a eliminar toda forma de discriminación y contribuir a erradicar todas las formas de violencia mediante acciones de monitoreo, investigación, capacitación, sensibilización y difusión”.
Las funciones del Observatorio provincial de Medios
En el sexto artículo el proyecto define las funciones del Observatorio de Medios de Misiones. Estas serían:
1. Revisar de manera crítica el contenido de los medios de comunicación.
2. Promover los criterios de noticiabilidad en los medios periodísticos.
3. Promover el tratamiento responsable de la información contemplando que los contenidos que se difunden sostienen y reproducen sentidos en una comunidad.
4. Promover la equidad de género en la sociedad de la información.
5. Promover la difusión de información con perspectiva de género y de derechos humanos.
6. Velar por los derechos de propiedad intelectual, se debe garantizar el derecho legítimo a la propiedad intelectual respetando, al mismo tiempo, el interés público y las necesidades humanas
7. Promover buenas prácticas en el diseño, planificación y tratamiento de los contenidos producidos para las noticias, los programas en vivo o grabados, las ficciones locales y toda representación de los colectivos vulnerables en cualquiera de los medios incluidos.
8. Analizar las representaciones del “otro” que realizan los medios de comunicación, focalizando el análisis en el tratamiento de temas referidos a colectivos vulnerables.
9. Elaborar estudios, análisis, investigaciones e informes de los contenidos de los medios.
10. Difundir los estudios realizados.
11. Elaborar recomendaciones a aquellos medios que conforme el análisis del Observatorio, produzcan contenido falso, violento, discriminatorio, sin perspectiva de género o que sea de alguna manera contrario a las buenas prácticas de comunicación. Las recomendaciones elaboradas serán de acceso público.
12. Capacitar a los periodistas y comunicadores sociales en la elaboración de un periodismo de calidad.
13. Capacitar a la audiencia para el consumo crítico.
Sin facultad de sancionar pero sí de recomendar y acudir a la Justicia
Si bien el proyecto dispone que el Observatorio “no tendrá facultad sancionatoria”, si podrá:
*Realizar las recomendaciones que considere pertinentes y las mismas estarán a disposición de la comunidad para que, en caso de considerarlo, realizar un reclamo ante la justicia.
*Otorgar reconocimientos a aquellos medios que produzcan su contenido bajo los lineamientos de buenas prácticas generados por el Observatorio y aquellos que una vez hecha la recomendación incorporen las buenas prácticas a su contenido, es decir, será reconocido el esfuerzo por la construcción de buenas prácticas de comunicación.
Emulando al “Ministerio de la Verdad” de Lewin
Cabe recordar, que cuando la Defensora del Público de la Nación, Miriam Lewin anunció la creación del Observatorio Nodio, en octubre del 2020, se encendieron las alarmas en dirigentes de la oposición, que expresaron su rechazo. Y sostuvieron que se trata de una iniciativa inconstitucional, por atentar contra la libertad de expresión y la libertad de prensa. Una de las entidades que rechazó ese observatorio, fue la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) también sumó su rechazo.
Por entonces la expresidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados y extitular del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Silvana Giudici cuestionó la iniciativa de un Observatorio de Medios. “Es peligroso para la libertad de prensa y expresión que el Estado asuma el rol de verificador de las noticias”, advirtió Giudici en diálogo con La Nación, en 2020. Para la ex funcionaria, el Observatorio Nodio era un primer paso hacia la creación de un “Ministerio de la Verdad” orwelliano.