BUENOS AIRES. El complejo esquema de segmentación para la actualización del cuadro tarifario de la luz y el gas desde su origen, abrió un nuevo capítulo esta semana cuando el Ministro de Economía, Sergio Massa incluyó la idea de tope de consumo sobre el cual van a regir los subsidios.

Si bien aún se desconoce a partir de cuándo van a llegar las facturas actualizadas y el porcentaje efectivo de los aumentos, el Gobierno salió a aclarar algunas cuestiones básicas previo a una implementación de la cuestionada segmentación.

Según publicó LPO, por un lado, los usuarios que no se registraron para solicitar la continuidad del subsidio salen del listado de beneficiarios y lo pierden completamente. Se estiman 4 millones de hogares que quedarán sin beneficios, a menos que se modifiquen las disposiciones. O que las familias que no se registraron, lo hagan por trámites personales ante la ANSES.

En Economía calculan que el ahorro podría alcanzar un punto del PBI. Sin embargo, la decisión de no fijarle tope de consumo a los que reciben tarifa social podría reducir esa estimación. Para la mayoría de los especialistas, la estimación de ahorro es demasiado optimista.

Un tope que sería de 400 kw mensuales, a partir de los cuales se cobraría la tarifa plena

Respecto a los usuarios que sí se inscribieron para conservar el subsidio, se estableció que podrán consumir hasta 400Kw por mes. A partir de ese umbral de consumo, por los kilowatts de más se les cobrará a tarifa plena.

Así lo indicaron fuentes del Ministerio de Economía al mencionado portal nacional. Este era un tema que preocupaba a las asociaciones de consumidores que temían que el tope fuera por período facturado que es bimestral. Es decir, que el límite se establezca en los 200 Kw mensuales.

Desde luego, la fijación de este tope es crucial. Es que casi el 80% de los usuarios consume en torno a los 300 kw por mes. Pero el otro 20% que consume por encima de esos 300 kw, representa el 50% del gasto de energía eléctrica.

De ahí que, aunque en términos de usuarios no sea tan amplio el ajuste, si lo es en términos de lo que recaudará el Estado y las provincias, con el tarifazo eléctrico y energético. En Economía calculan que el ahorro podría alcanzar un punto del PBI (Producto Bruto Interno), aunque especialistas creen que rondará entre el 0,3% y el 0,8% como máximo. De todas formas, son cifras siderales que se cimentarán en un mega-tarifazo a nivel país.

Un tope al consumo que no se aplicaría en barrios populares

En este contexto adquiere relevancia la definición que surgió desde Economía, beneficiando a los que reciben la tarifa social no habrá tope de consumo. Un ajuste tarifario que golpee a los sectores más vulnerables, más desprotegidos y más empobrecidos del país, sería algo difícil de defender para el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Desde el kirchnerismo sostienen que, en los barrios populares, que reciben tarifa social, la gente no tiene gas y se calefacciona por electricidad. Por lógica, sus consumos son muy altos.

Las empresas distribuidoras comparten la descripción, pero consideran demencial que se subsidie gasto energético sin límites, casi dejando la electricidad como un servicio gratuito para los barrios populares. E insisten en que el ahorro en términos de subsidios –la tarifa plena para los usuarios de un consumo superior a los 400 kw, apunta a reducir los subsidios energéticos-, será mucho menor al proyectado.