En una entrevista con el móvil de MisionesCuatro, Carlino señaló que esta expresión de voto fue especialmente significativa en algunos distritos, como en Tierra del Fuego, donde el voto en blanco sería el segundo si fuera una categoría computable.

“Lo que vimos en los procesos electorales de las provincias es una presencia significativa del voto en blanco, aunque en otros casos se mantiene en los márgenes esperables”, afirmó.

El voto en blanco representa una opción válida donde el elector se presenta en el proceso electoral, pero decide no seleccionar ninguna de las opciones presentadas, dejando el sobre en blanco o con alguna boleta sin marcar. Según la analista, esta decisión del electorado es una expresión de la baja conformidad con la oferta política presentada por los partidos y candidatos en contienda.

Carlino destacó la diferencia entre el voto en blanco y la abstención, explicando que el voto en blanco es una forma de participación activa, mientras que la abstención implica no participar del proceso electoral en absoluto.

“El voto en blanco es una manifestación del ciudadano que expresa su disconformidad con las opciones políticas disponibles”, enfatizó.

Asimismo, Carlino mencionó que, en términos generales, se prevé que el voto en blanco sea una forma de expresión de la no participación en el proceso electoral, particularmente en las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), que históricamente tienen una menor participación en comparación con las elecciones generales.