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Sin trenes ni barcos, Misiones paga fletes carísimos

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Esta provincia creció navegando sus ríos limítrofes y con el uso del ferrocarril. Hoy solo se transportan mercaderías en camiones y los pasajeros viajan en colectivos, pagando costos superiores. Ello aumenta los altos niveles de pobreza.

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Sin trenes ni barcos, Misiones paga fletes carísimos

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta provincia creció navegando sus ríos limítrofes y con el uso del ferrocarril. Hoy solo se transportan mercaderías en camiones y los pasajeros viajan en colectivos, pagando costos superiores. Ello aumenta los altos niveles de pobreza.[/vc_column_text][vc_single_image image=”87796″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Imagen ilustrativa de la web”][vc_column_text]Desde épocas jesuíticas hasta la llegada de las primeras corrientes migratorias, Misiones utilizó el Paraná y el Uruguay para llevar y traer mercaderías y gente.

No existían caminos que nos uniera con el resto del país ni con el interior misionero. Se fueron abriendo picadas para explotar los montes y yerbales silvestres. Después comenzaron las plantaciones de yerba mate, té, tung, tabaco, yute, frutos subtropicales, al tiempo que vinieron compañías que instalaron aquí astilleros para la construcción de barcos propios.

En 1881 Misiones fue declarada territorio nacional y en 1911 comenzaron a rodar los trenes por la Mesopotamia, uniendo Buenos Aires con Asunción pasando por Posadas. También empezaron los primeros vuelos comerciales.

Junto con el infatigable trabajo de labriegos, se fundaron parajes, colonias y pueblos al igual que escuelas donde los niños recibían enseñanza laica, libre y gratuita.

A fines de 1953, se constituyó el Estado provincial, lo que permitió sustentar un sostenido desarrollo económico logrado en corto lapso.[/vc_column_text][vc_column_text]“Caminos que anda”. Tanto el Paraná como el Uruguay integran la importante Cuenca del Plata. Los lugareños lo llamaban “caminos que andan” porque se aprovechaba las ventajas a través de tan caudalosos cursos fluviales. Las operaciones principales se concentraban en ocho puertos sobre el Paraná: Posadas, Candelaria, Santa Ana, Corpus, Puerto Rico, Eldorado, Bemberg (hoy Libertad) e Iguazú y en tres sobre el Uruguay: San Javier, Barra Concepción y Monteagudo.

El movimiento fue intenso, conformándose una suerte de cultura de trabajo más allá de la explotación de los mensúes en grandes obrajes, algo que fue desapareciendo paulatinamente con la intervención de la Justicia, en casos que ya son parte de la historia regional.

Hubo otra decena de instalaciones a la vera de los ríos para bajar la producción mientras en aquellos tiempos era común ver  grandes rollos de madera aguas abajo, en forma de jangadas.

Contradicciones. A medida que se avanzaba con la sanción de leyes sociales, los trabajadores se agremiaron para reclamar por aumentos salariales, mejoras en las condiciones laborales, vacaciones feriados largos, asistencias varias.

Las empresas tuvieron que adaptarse a una situación económica-social diferente, cuyos resultados fueron -a mediaos de la década del ’60- la reducción de plantel, disminución de viajes y definitivamente dejar de navegar y olvidarse de los trenes.

Con las rutas pavimentadas que nos conectan con toda la Argentina y con el exterior, las empresa camioneras remplazaron a los servicios fenecidos, pero cobrando fletes tres o cuatro veces superiores, lo que incrementó paulatinamente el costo de vida en Misiones.

Hace mucho que los gobernantes de turno prometen y prometen restauran servicios más baratos, pero el tiempo pasa y aquí se sigue en la nada.

Paraguay en cambio, se convirtió en el principal constructor de barcazas de América del Sur. En efecto: ya suman treces los astilleros emplazados entre Pilar y Concepción a la vera del río homónimo, donde construyen buques de hasta 6.000 toneladas de carga, brindando empleo directo e indirecto a 20.000 personas.

Cuando se llenó el embalse que inundó las instalaciones portuarias de Posadas, la EBY dispuso remplazarlo con el puerto Nemesio Parma, en la desembocadura del Mártires. Tendría que haber sido habilitado en 2014, junto con una reserva denominada Parque Industrial donde eventualmente deberían radicarse nuevas inversiones. ¿Se tiene actualmente alguna información oficial al respecto?.

La realidad indica que, por ahora, Misiones continúa pagando fletes carísimos que afecta especialmente a los sectores más humildes, los que más sufren este crisis que sigue prolongánose, en tanto la oligarquía política acumula fortunas, amparándose en la corrupción que diariamente muestra escandalosos ejemplos de impunidad.

 

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