“Tenemos faltantes importantes. No se encuentran las marcas más demandadas, y esto ha generado preocupación entre la comunidad”, expresó Ilchuk. El aumento en la demanda llevó a que algunos medicamentos experimenten incrementos de precio, con variaciones del 10%, 20% y hasta un 30%, según el laboratorio.

“En esta época, normalmente la demanda disminuiría, pero la venta sigue estando. La gente se cuida con el dinero y prioriza comprar medicamentos de primera necesidad o para patologías crónicas”, comentó Ilchuk.

La escasez llevó a una adaptación en los hábitos de compra, con consumidores optando por adquirir tabletas en lugar de cajas completas. Esta práctica busca maximizar el rendimiento de cada compra ante la falta de disponibilidad. Además, se observó un cambio en el comportamiento de compra, con una tendencia a buscar segundas marcas debido a los aumentos de precios. “Creo que van a haber nuevos aumentos en el futuro. La gente está siendo más consciente de su presupuesto y busca alternativas más económicas”, agregó