“Es un problema que sigue existiendo y se repite en el tiempo sin ningún tipo de solución. Es lamentable”, comentó Amarilla, señalando la falta de acción para abordar las deficiencias en el servicio.

La vecina destacó que el paro de colectivos afectó significativamente a muchos trabajadores, especialmente en áreas como Itaembé Miní, donde la situación se complicó considerablemente. La necesidad de recurrir a servicios como Uber para poder ir a trabajar generó un gasto adicional que muchos no podían permitirse.

La integrante de “Los Somos el Pueblo” también expresó su preocupación por el control del mercado de transporte público, mencionando que la transferencia de líneas de Bencivenga a Casimiro beneficia a un único empresario y contribuye al monopolio en el sector.

“Siempre tuvimos un servicio pésimo”, lamentó Amarilla, destacando la falta de fiabilidad y calidad en el transporte público de Posadas. Además, señaló que la frecuencia de los colectivos sigue siendo inadecuada, atribuyendo esta situación a la falta de regulación y control sobre los empresarios del sector.

Amarilla también mencionó casos específicos de mal funcionamiento, como la falta de servicio del colectivo 10 durante el verano, sin que se tomaran medidas punitivas contra la empresa responsable. Todo esto, en su opinión, parece ser parte de un esfuerzo para justificar aumentos en el precio del boleto.

La creciente demanda de servicios de transporte alternativos como Uber también ha generado preocupaciones sobre los costos para los usuarios, con tarifas que superan los precios del transporte público tradicional.