El merendero Patotí recibe mercadería del movimiento Evita y, con las ganancias generadas por el vivero, también compran alimentos para los niños. Sin embargo, en algunos meses, enfrentaron dificultades debido a la falta de mercadería. A pesar de ello, se esfuerzan por ofrecer mate cocido, leche, torta frita o pan casero como parte de la merienda.

Además de la asistencia alimentaria, el merendero también brinda clases de vivero para los niños. Actualmente, tienen una lista de inscriptos de 33 niños, además de los adultos que también acuden al lugar. Se destaca que algunos niños que viven en la avenida Santa Catalina se acercan al merendero en busca de ayuda.

La situación económica precaria y la falta de empleo estable son algunas de las razones por las cuales muchos padres recurren a la asistencia del merendero. Benítez menciona que tratan de ayudar a todos en la medida de sus posibilidades.

Sin embargo, otro tema preocupante es el aumento de casos de dengue en la zona. Tanto niños como adultos están siendo afectados por esta enfermedad transmitida por mosquitos. Benítez misma sufrió dengue durante un mes y medio, lo cual le impidió mover su brazo. En particular, la zona de las calles Gómez Portiño y Brasil fue afectada por una alta presencia de mosquitos.

Benítez hace un llamado a las autoridades para que realicen fumigaciones en la zona y así combatir la propagación del dengue. Aunque en el vivero intentan evitar la acumulación de agua para evitar criaderos de mosquitos, la comunidad en general se ve afectada por la enfermedad.