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Indocumentada: el problema de vivir sin identidad

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Gisela Gómez De Olivera no existe para el Estado, es una NN. La mujer contó que intenta renovar su DNI hace seis años pero el Registro de las Personas le niega el trámite, alegando que su huella digital no coincide con aquella que está registrada en los archivos del organismo.

Indocumentada: el problema de vivir sin identidad

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Gisela Gómez De Olivera no existe para el Estado, es una NN. La mujer contó que intenta renovar su DNI hace seis años pero el Registro de las Personas le niega el trámite, alegando que su huella digital no coincide con aquella que está registrada en los archivos del organismo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”141304″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Gisela es una indocumentada hace seis años y cada vez se encuentra con más aprietos que complican su vida diaria. Por ejemplo, no puede trabajar y ganar un sueldo, además corre riesgo de perder los beneficios sociales que tienen sus hijos, tampoco puede viajar y las dificultades se suman día a día. Su DNI está judicializado desde el 2011.

“No existo en el sistema, teniendo todos los papeles que acreditan mi identidad”, lamentó la joven, mostrando su partida de nacimiento y documentos anteriores. “No existo. Sin identidad no puedo moverme y estoy en peligro de ir presa en mi propio país por no tener identidad”, afirmó.

Por no tener DNI, Gisela no puede votar (ni ser votada en ninguna postulación), tampoco puede acceder a planes sociales ni a viviendas por parte del Estado. Por ser NN no puede cobrar en blanco ni inscribirse en la Facultad si decide estudiar. Sin identificación le resulta imposible circular con tranquilidad, puede ser detenida durante un procedimiento policial de rutina por averiguación de antecedentes.

Esta situación también impacta en su salud, ya que no contaría con un tratamiento ambulatorio si lo necesitara y tampoco podría acceder a estudios de complejidad.

Tantos obstáculos llevaron a Gisela a una depresión y decidió recurrir a la prensa como última opción, harta de golpear puertas de organismos del Estado, ya que ni siquiera el Ministerio de Derechos Humanos le dio una solución para que pueda conseguir su documento.

“Traté de renovar mi DNI cuatro veces. Estoy cansada de ir a los Registros y al Distrito Electoral. Ya estoy bajando los brazos, en una etapa depresiva. Hago público mi caso como último recurso. Estoy desesperada”, concluyó.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_facebook type=”button_count”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]vb[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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