Posadas

Los ferrys, abandonados y olvidados en la costa

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Se trata de dos riquezas históricas que se encuentran en total abandono en la zona de Nemesio Parma, ante la desidia de las autoridades. Las embarcaciones están a medio hundirse y muchas de sus valiosas piezas ya fueron robadas.

Los ferrys, abandonados y olvidados en la costa

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Se trata de dos riquezas históricas que se encuentran en total abandono en la zona de Nemesio Parma, ante la desidia de las autoridades. Las embarcaciones están a medio hundirse y muchas de sus valiosas piezas ya fueron robadas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La nostalgia del ayer revive entre los dos ferrys abandonados, hundiéndose en el Paraná, a la altura del paraje Nemesio Parma, a solo 20 kilómetros de Posadas. La reparación y reflote de estas embarcaciones fue uno de los anuncios que realizó el gobierno provincial en marzo del 2016, sin embargo ambos elementos patrimoniales continúan olvidados en medio de la desidia, como pudo observar Misiones Cuatro en un recorrido por la zona.

Los ferrobarcos “Ezequiel Ramos Mejía” y “Roque Sáenz Peña” llegaron desde Escocia a Posadas el 18 de octubre de 1913 y su inauguración se realizó con ceremonias en la capital misionera y en Encarnación, con la presencia del vicepresidente paraguayo José Montero, el gobernador de Misiones, coronel Gregorio López y el intendente posadeño Walter Grobli.

Fueron construidos en un astillero de la ciudad de Glasgow y vinieron navegando hasta el Río de la Plata y luego el Paraná por marinos europeos guiados por conocedores locales.

En aquellos años en la Argentina se construyeron los ferrocarriles que unirían a Buenos Aires con Asunción, en Paraguay. Para trasladar los trenes a través del río, el presidente argentino Sáenz Peña y el Ministro de Obras Públicas, Ramos Mejía, encargaron al astillero escocés la construcción de los ferrobarcos que después llevarían sus nombres.

Así llegaron a Misiones estos ferrys que contaban con la tecnología de punta para la época y están hechos con materiales nobles de muy alto valor. Además actualmente son únicos en el mundo, por ser los últimos ejemplares que funcionan a leña.

Funcionaron recorriendo el Paraná hasta 1990, cuando se inauguró el puente Roque González, que une a Posadas con Encarnación. Hoy la Provincia es la encargada del cuidado de estas reliquias, a raíz de un convenio que firmó en el 2012 con la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Sin embargo, los proyectos de reflotar los ferrys no se han concretado y un importante número de las valiosas piezas han sido sustraídas en estos años.

Cabe destacar que en 1992 el Concejo Deliberante de Posadas, declaró de interés público a las dos embarcaciones y en el 2014 los ediles aprobaron un proyecto para que el municipio resguarde la integridad de las naves que todavía resisten a pesar del óxido y el deterioro que presentan.

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