Según Montejano, el mes de enero fue bastante pobre en términos de ventas, atribuyendo esta situación a la fuerte competencia con los mayoristas que venden al por menor. Observó que los consumidores prefieren realizar sus compras en estos establecimientos mayoristas, lo que afecta negativamente a las despensas de barrio.

A pesar de la competencia, Montejano destacó que los precios se mantuvieron estables y no experimentaron incrementos constantes. Además, menciona una reducción significativa en el precio de la carne, estimando una disminución del 30%.

Aunque el panorama para enero fue desafiante, Montejano espera una mejora en las ventas durante febrero. Sin embargo, el comerciante resalta la necesidad de encontrar estrategias para competir con los mayoristas y atraer a los clientes de vuelta a las despensas de barrio.