Galarza señaló que una de las obras pendientes es la finalización del brazo de desagüe del arroyo Itá, crucial para prevenir inundaciones en la zona. Aunque gran parte de la infraestructura está completa, queda un tramo por conectar desde diciembre. La expectativa de los residentes es que una vez concluida esta parte, se eviten futuras inundaciones.
Además del desagüe, Galarza mencionó la necesidad de cordón cuneta y empedrado en varias calles de la chacra para mejorar la accesibilidad y la calidad de vida de los vecinos.
Con respecto a la ubicación privilegiada del barrio en el centro de la ciudad, Galarza destacó que la infraestructura de alumbrado público está en buenas condiciones, lo cual es un punto positivo para la comunidad.
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