“Es una zona transitada durante los fines de semana y la preocupación crece. En época de tormenta los autos pasan con vidrios levantados y no se ve. A la noche es transitable y tenemos miedo porque es concurrido”, dijo la vecina.
En ese sentido, López dijo que llegaron autoridades de la ciudad para sacar fotos y tomar los reclamos. Pese a ello, todo continúa de la misma manera desde hace varios años. Mientras tanto, la vecina pone palos y alerta a los transigentes del peligro de circular por la zona.