POSADAS. Cerca de jubilarse, la profesora de Matemática, Física y Cosmografía, Rosario Schmidt reflexionó sobre la educación en Misiones, entre otros temas, y advirtió que, según su experiencia, de más de 30 años, se está involucionando en la provincia.

Habiendo asumido otra identidad de género hace varios años, Schmidt dijo al programa La Semana de MisionesCuatro, que tuvo problemas “con algunos de mis pares” por su cambio de género. Pero no así “con mis alumnos, porque siempre les di su lugar, les hice sentir que son importantes, que valen mucho y les enseñé a que se amen. Con la ley de identidad de género, me hice el cambio”, contó.

“Vivimos en una sociedad de hipócritas, estamos peor que antes”, aseguró Schmidt, quien aseguró que en el Estado, lo que impera es la idea de “primero nosotros, los corruptos y después la gente”.

En otro tramo de la entrevista, Schmidt consideró: “Con el estudio (los jóvenes) abren el espectro social de su vida futura. Les digo, prepárense para el futuro, esto es lento, pero van a llegar”, aseveró.

Sin embargo, Schmidt opinó que actualmente, “premiamos el facilismo, la vagancia y la corrupción. Y castigamos a aquellos que se sacrifican y se esfuerzan cada día”, lanzó la profesora, en rechazo a la flexibilización de los criterios para promocionar los cursos, que el gobierno provincial presiona para que se permita pasar de año a chicos que adeudan 4 o más materias.

Los jóvenes, “de acá a 10 años, ¿de qué van a vivir?”, se preguntó Schmidt. Y completó: “No hay trabajo y no buscan formas de estimular a los jóvenes, sino que buscan que se vayan. Del interior vienen a Posadas, y nosotros vamos a Capital. No veo avance, es un retroceso”, advirtió.

“Estoy terminando mi profesión y a los alumnos les cuestan las tablas. No saben el significado de la palabra ‘escala’. Cada año tenía que comenzar con foja cero”, alertó la profesora. En esta línea, la docente insistió en que algunos estudiantes “no saben diferenciar un cuadrado de un triángulo”.

Sin embargo, destacó que logró “relacionar matemática con la vida real”, obteniendo mejores resultados con sus alumnos.

Sobre el final de la entrevista, Schmidt reveló que tiene una licencia médica, “pero el 2 de julio cumplí los 30 años de profesión. Aceptar la edad y el físico te ayuda muchísimo. Me agoté psicológica y emocionalmente, tuve las secuelas de ese pico de estrés. Ahora estoy aprendiendo a controlar las emociones”, aseguró la profesora.

Pero remarcó “no tolero más las estupideces y las injusticias”.