Amarilla relató la experiencia de usuarios que, a pesar de salir a trabajar un día normal, se encontraron con una abrupta reducción de frecuencias durante la siesta. Esto resultó en llegadas tardías al trabajo, generando molestias entre los pasajeros. Según sus declaraciones, algunos servicios fueron completamente suprimidos, llegando a afectar a varias líneas del sistema integrado de transporte.

La vocera criticó las excusas dadas por la empresa Don Casimiro, mencionando la necesidad de más subsidios y argumentando que el boleto es barato. Amarilla cuestionó la lógica de esta justificación, señalando que los usuarios continúan sufriendo las consecuencias, incluso con colectivos antiguos y sin aire acondicionado.

Amarilla lamentó la falta de respuesta por parte de las autoridades gubernamentales, a pesar de presentar notas al gobernador y al intendente. Criticó especialmente la falta de control sobre las acciones de la empresa, destacando la necesidad de un mayor contralor para garantizar el servicio adecuado a los usuarios.

La vocera expresó su preocupación por la falta de interés de los funcionarios en abordar los problemas de los usuarios, destacando la falta de mejoras en las unidades de transporte. Además, mencionó la posibilidad de un aumento en las tarifas como una excusa para reducir las frecuencias, generando más inquietudes entre la población.

Miriam Amarilla hizo un llamado a las autoridades para que tomen medidas concretas y ejerzan un control efectivo sobre las empresas de transporte.