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Acampe en Bº La Costa: siguen las amenazas y resiste una joven embarazada, que está incomunicada

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En el lote del barrio ex San Cayetano de Garupá que los vecinos quieren que se reparta entre las familias sin techo, con mayores necesidades, sólo sigue instalada una joven, porque la policía impide el ingreso a toda persona, especialmente a aquellos que estaban en el acampe pero necesitaron salir para trabajar. Actúan sin una orden judicial y sigue libre el joven delincuente que amenazó con machete a vecinos, mujeres, niños y ancianos. La turbia trama en torno a sujetos que venden lotes por $800 mil, pese a no poseer ningún título de propiedad.

Acampe en Bº La Costa: siguen las amenazas y resiste una joven embarazada, que está incomunicada

GARUPÁ. La dramática situación que padecen familias sin techo que pretenden tierras en una zona censada por el Renabap (Registro Nacional de Barrios Populares) en el barrio ex San Cayetano (hoy La Costa) empeoró en los últimos días, gracias al accionar de la policía de Garupá, que impide el ingreso de los vecinos que impulsan la protesta que tendría el objetivo de repartir lotes “a las familias que realmente lo necesitan, porque son muchas mujeres más, separadas, con hijos, que en este momento no podemos pagar un alquiler”, según contó Aida, una joven embarazada que es la única que resiste en el acampe.

Cabe destacar que en este acampe y protesta de familias sin techo, hombres, mujeres y niños fueron amenazados por un joven portando machetes y palos, Octavio Pintos, quien junto a sus allegados agredieron a los ocupantes y cuentan con protección de los uniformados de Garupá, según se desprende de numerosos videos que circulan en las redes.

Mientras la municipalidad no interviene activamente y el alcalde renovador K Luis Ripoll no habla del tema, empleados municipales habrían llegado hasta el acampe –ahora unipersonal- para señalar que el oscuro personaje que estaría vendiendo lotes a $800 mil –dentro del polígono relevado por el Renabap-, Enzo “Chavo” Mereles, en realidad no figura como propietario del terreno en disputa.

En diálogo con el Móvil de MisionesCuatro este miércoles, desde el lugar del conflicto, Aída, la mujer embarazada que resiste en el acampe, contó lo que está sucediendo por estos momentos. “Estamos todos preocupados porque el comisario nos había dejado salir a trabajar y ahora se contradicen y no nos dejan. Pedí turno en el hospital para controlar mi embarazo y necesitamos una respuesta”, aseveró la joven.

“Soy la única que quedó adentro, porque a las familias que salieron a trabajar, no los volvieron a dejar entrar. Sólo yo, quedo, pero mis vecinas del barrio me acompañan y me dicen que no baje los brazos, porque ese lote no tiene dueño”, explicó Aída, sobre la dramática situación que vive en el marco de una protesta para conseguir tierras y vivienda. Una de las familias que espera conseguir un lote, es la de Micaela Galeano, la niña de 6 años fallecida en octubre, al derrumbarse un muro de contención de una hormigonera en la zona.

Respecto del reclamo de la otra parte, es decir, los violentos que portan machetes y están protegidos por la policía, Aída consideró que no es legítimo. “Dicen que tienen un papel, pero lo que tienen es un documento del Renabap que no les avala en nada. Averiguamos y el Renabap lo único que avala es la casa y un pedazo del predio y no todo (el predio)”, subrayó la joven sobre el permiso de ocupación que está inscripto en el Registro.

“Ahora lo único que queremos es entrar y repartir a las familias que realmente lo necesitan, porque son muchas mujeres más, separadas, con hijos, que en este momento no podemos pagar un alquiler”, recalcó Aída, añadiendo que no cuenta con los recursos para adquirir un lote, aunque, quien los ofrece, lo hace en una situación completamente irregular.

“Si pudiese pagar $800 mil al señor ‘Chavo’ Enzo Mereles, pagaría. Pero no los tengo, lastimosamente. Estamos acá porque necesitamos. Estoy embarazada y no puedo seguir alquilando, tengo que comprar cosas para el bebé. Tengo que conseguir algún lugar”, enfatizó la joven, explicando por qué no negocia con Mereles, un oscuro personaje que estaría vendiendo lotes que no le pertenece, porque el título de propiedad del terreno censado por el Renabap, corresponde a otra persona.

Al respecto de las agresiones que sufrieran los vecinos que acamparon en los últimos días, que quedaron grabadas en videos y –sugestivamente- no motivaron la investigación judicial y policial, Aída reveló: “Fui con la familia Galeano a la Comisaría y estaba el juez Fernando Verón, dijo que en algún momento vamos a tener que salir. Y vino el comisario y dijo que yo tenía por entendido que no tenía que estar acá porque firmaste un papel. Pero yo no firmé ningún papel”, sostuvo la mujer, en tono crítico hacia la policía de Garupá.

En esta línea, las mujeres que permanecen en la zona con Aída, sospechan de una mafia que beneficia al mencionado Mereles y sus allegados, aunque hubo un cambio con la posición del municipio que encabeza Luis Ripoll. “Es todo por compinchaje, y está todo pagado. No puede ser que a los pobres lo tienen en el piso. Ayer se acercaron los del municipio donde dicen que no hay ningún Mereles como propietario, sino Judith Balatorre, una persona que debe muchos impuestos. (Dijeron) que en todo caso la municipalidad se iba a hacer cargo de este terreno y empezar a lotear, lo justo y necesario, 10 x 30 metros. Pero Mereles no sé cuánto tiene”, lanzó Aída.

De acuerdo con la mujer, desde el municipio habrían deslizado que “podrían comprarle al dueño y repartir a las 15 familias que estaban”, dijo la mujer, quien recordó que a la familia de Micaela Galeano, es decir, a su madre Noelia Sosa, su pareja y sus dos hijos pequeños, los desalojaron injustamente.

Por último, la mujer dio cuenta de la actitud de la policía, que protege a los violentos e impide que los vecinos ocupantes regresan al terreno. “Se hizo muchas denuncias en la municipalidad que no habría llegado a la fiscalía. Las denuncias por el abuso que sufrimos no están, desaparecieron, pero sí están las denuncias de ellos. Por las amenazas del ‘machetero’ (Octavio Pintos el joven filmado amenazando a los vecinos para expulsarlos del lugar), nosotros mismos mandamos a los chicos a que duerman con vecinos. Ahora estoy incomunicada porque le dejé el celular a mi hijo”, contó Aída.

“Así pasamos el día a día, y no tenemos ningún papel, ninguna orden judicial”, completó.

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