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Aumentaron las “ideaciones suicidas” con la pandemia e instan a hacer consultas ante “cambios de conductas bruscos”

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Desde la asociación Defender la Vida insistieron con la necesidad de solicitar asistencia cuando las personas observan que algún familiar, muestra alteraciones súbitas en la conducta, y subrayaron que la depresión a veces aparece como irritabilidad. Los signos a tener en cuenta, sobre todo en adolescentes.

Aumentaron las “ideaciones suicidas” con la pandemia e instan a hacer consultas ante “cambios de conductas bruscos”

POSADAS. La pandemia del coronavirus (Covid-19), por este tiempo en franca remisión gracias a las vacunas, está dejando a un conjunto de personas, y en particular de jóvenes, con depresión y problemas para interactuar socialmente, en el marco de un incremento de los suicidios y las ideaciones suicidas, producto del encierro y el aislamiento entre 2020 y 2021.

Al respecto, desde la asociación Defender la Vida, pusieron de relieve la importancia de solicitar guía o asesoramiento cuando alguna persona del núcleo familiar –de cualquier franja etaria, pero, sobre todo, adolescentes- empieza a mostrar cambios bruscos en la personalidad.

“La depresión es una patología que tiene que ser diagnosticada. Y en los adolescentes, muchas veces se confunde. Muchas veces aparece como irritabilidad, aumento de conductas de riesgo, tomar en exceso, conducir de manera irresponsable. Tenemos que prestar atención a los cambios de conducta bruscos, estados de ánimo demasiado extremos, personas que se aíslan, que duermen demasiado o que no duermen”, contó la licenciada Natalia Falcone, integrante de la asociación, en diálogo con MisionesCuatro.

Lo que no hay que hacer ante los cambios en la conducta de adolescentes

Para Falcone, la clave pasa por pedir ayuda “cuando uno nota que empiezan a haber cambios que nos llaman la atención. Lo que no hay que hacer es atribuir” la razón de los cambios en la conducta “a la adolescencia. Muchas veces cuando hay algo que nos está llamando la atención, hay que hacer una consulta”, enfatizó la licenciada.

“Por ahí los jóvenes no quieren asistir a un servicio de salud, porque no quieren recibir ayuda”, admitió Falcone, añadiendo que en esos casos, deben ir los padres, para que “vean si estas señales son signos de preocupación o no”.

En cuanto a los efectos de la pandemia del coronavirus en la salud mental, Falcone explicó: “Ya veníamos viendo los aumentos de la ideación suicida, de los intentos y los casos de suicidio en adolescentes. Pero ahora estamos viendo con qué nos encontramos después de la pandemia”, sostuvo.

El problema del retorno a las actividades in situ para adolescentes que pasaron años confinados

En ese sentido, Falcone destacó que “la (interacción) social (personal) estuvo muy limitada. Y tener que incorporarse a las actividades sociales de golpe, les está costando. Lo que es la inclusión en lo social, no le está resultando fácil y eso dispara síntomas, conflictos o cuestiones de maltrato”, comentó la licenciada.

“Las redes sociales implican que se aíslen mucho y conectarse de nuevo, está costando”, añadió Falcone sobre la resocialización de los adolescentes, luego de dos años de distintos grados de confinamiento y aislamiento social para prevenir contagios de coronavirus.

Según Falcone, en la asociación Defender la Vida “recibimos consultas de padres, llamados, docentes y gente que se comunica para pedir asesoramiento. Estamos en todas las redes sociales y tenemos un teléfono (3764485252) que no es para emergencia. Tiene un horario comercial (de lunes a viernes). Lo va a atender algún voluntario y orientar sobre cómo buscar ayuda para ese caso específico”, concluyó.

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