A principios de octubre el municipio, la Dirección de Saneamiento Ambiental y Salud Pública de la provincia hicieron un relevamiento en casi 1.500 viviendas y en 66 terrenos baldíos. Un trabajo denominado “Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes Aeyipti” (Liraa) que permite detectar el nivel de posibles criaderos de mosquitos transmisores de enfermedades vectoriales. Ese estudio, con el que el 5% de los propietarios de las viviendas evaluadas se negó a colaborar, concluyó que “…fueron observados numerosos depósitos positivos para larvas de otras especies de mosquitos y que éstos representan potenciales criaderos para Aedes aegypti. Y se considera que aún no eliminamos criaderos de manera satisfactoria para evitar un próximo brote”.
El alcalde Carlos Fernández, quien además es médico de profesión, remarcó que “hay que asumir la responsabilidad social, cuidarnos entre nosotros, limpiar nuestras casas. Tenemos que hablar todos los días de esta temática, para concientizar a toda la comunidad”.
Herbert Castellanos, veterinario y Director de Saneamiento Ambiental de la comuna, indicó que “el Liraa es una muestra de la situación actual del Aedes-Aeyipti y allí detectamos recipientes que son criaderos, ubicados en los patios de nuestras casas. Hemos detectado en los barrios que fueron foco de conflicto el verano pasado, que nuevamente hay criaderos. Vale aclarar que la fumigación no es la primera ni la principal acción, sino que previamente debemos limpiar y mantener en condiciones nuestros espacios”.
En el verano pasado Oberá vivió una verdadera epidemia de dengue. Por entonces el estado comunal no había realizado las tareas de prevención y concientización que sí está realizando ahora. Entonces la pregunta es, la gente ¿hará lo que tiene que hacer?
Walter Anestiades para www.misionescuatro.com