Barros advirtió que está “disminuyendo la calidad de la asistencia social en muchos comedores”
POSADAS. El incremento en los precios de los alimentos y la inflación en general están causando estragos entre las familias socialmente desfavorecidas del país y el cura párroco Alberto Barros, el titular de Cáritas Posadas, advirtió que está disminuyendo la cantidad de alimentos y está cayendo la calidad de los mismos, en los comedores y merenderos de distintos barrios del país.
“La gran ironía y escándalo de Argentina, un país productor de alimentos, es que tengamos una situación grave y de emergencia alimentaria. Hoy son millones de argentinos con problemas para comer en cantidad y en calidad suficientes”, expresó el padre Barros, quien subrayó que esto es un “drama que afecta particularmente a los más chicos que necesitan crecer bien, desarrollarse, estudiar y tener una buena inclusión escolar”.
Según Barros, el hambre también afecta “a los enfermos y ancianos de nuestros barrios pobres”.
“Realmente, el encarecimiento de los alimentos es escandaloso en Argentina. Hay una inflación galopante, imparable, que realmente asusta cada vez más. Y el tema de los alimentos es que tienen un costo que siempre supera el índice de inflación. Para una familia pobre, carenciada, el tema de los alimentos se ha transformado en un problema muy serio. Con todo lo que eso implica para la salud, para el aprendizaje, para poder vivir una vida de calidad mínimamente buena. Así que es un problema muy serio”, denunció el titular de Cáritas.
Baja la calidad de alimentos en comedores de barrios
Ante la consulta de MisionesCuatro sobre la reducción de las copas de leche en escuelas, Barros comentó: “inclusive en los lugares donde se trata de facilitar una merienda y almuerzo, también está decayendo en calidad. Cada vez hay menos carne en los comedores comunitarios. Siempre se termina en el fideo y la polenta, en el arroz con alguna cosita. En muchos lugares se ha reemplazado la leche por el cocido y un pancito. Están disminuyendo la calidad de la asistencia social en muchos comedores que hay en distintos barrios. O a veces no llegan suficientemente las mercaderías, o con la habitualidad que deberían llegar”, enfatizó el cura.
“Es un momento muy difícil para la Argentina, para la gente más pobre. Nos tendría que doler a todos, sin excepción, lo que está pasando en nuestro país y nuestra provincia”, manifestó el referente de Cáritas, aunque se mostró más bien pesimista.
“Hasta que no nos parta el corazón el dolor de la pobreza, de la falta de alimentos adecuado para tantísima gente, es muy difícil que salgamos de esto. Porque mientras millones de argentinos que sufren también tenemos, en general, una clase dirigente que vive en otro mundo, donde no les falta nada, tienen buenos sueldos, tienen acceso a todo y da la sensación de, o que no pisan un barrio, o que no tienen un corazón que se identifique con el dolor de la gente”, reflexionó Barros, lapidario con la mayor parte de la clase dirigente del país.
Para Barros, parece haber una “brecha muy grande entre lo que le pasa a nuestro pueblo y todo un sector muy grande de nuestra dirigencia que parece que se desentiende del drama de nuestro pueblo”.