Yendrika describió la difícil situación que enfrentan los colonos cuyos campos, especialmente en la zona de potreros destinados a la cría de animales vacunos, están inundados. Indicó que el problema persiste desde hace casi un mes o más, y que la crecida dejó a los campos en condiciones precarias.

“Los campos están quedando a la miseria y estamos entre préstamos con los colonos”, expresó el intendente. La incertidumbre sobre la situación posterior a la bajante del río también fue un tema de preocupación, ya que la recuperación de los campos se perfila como un desafío.

“Hace dos o tres años que veníamos con una sequía. Cargábamos agua para los animales y la yerba, y hoy la situación es diferente. El clima es algo que no se puede controlar y hoy estamos anegando”, señaló Yendrika.

El intendente informó que aproximadamente un 30% de su propio campo se encuentra bajo agua, y algunos colonos sufrieron la inundación total de sus propiedades. La zona del balneario también se ha visto gravemente afectada, con alrededor del 80% de los campos bajo agua.