Holz comenzó abordando la importancia de reconocer la educación como un servicio prioritario, pero enfatizó que este reconocimiento no debería limitarse a evitar paros, sino que también debe reflejarse en mejoras económicas y sustanciales en el ámbito educativo. “La docencia debe sentirse estimulada”, afirmó.

Una de las preocupaciones principales que destacó fue la situación económica de los docentes, señalando que muchos enfrentan dificultades para llegar a fin de mes con sus salarios actuales. Esta situación, según Holz, puede llevar a que los educadores abandonen las aulas en busca de mejores oportunidades económicas, lo cual considera preocupante para el sistema educativo en su conjunto.

En cuanto a las jubilaciones, celebró los avances en el pago correcto de las mismas, destacando la importancia de una interpretación y cumplimiento adecuados de las leyes en esta materia. Sin embargo, señaló una “franja gris” en relación con el pago de las movilidades, especialmente cuando estos aumentos no se reflejan en el mismo mes para los jubilados como lo hacen para los trabajadores activos.

En última instancia, Holz subrayó que tanto los trabajadores activos como los jubilados están experimentando salarios insuficientes en general, y advirtió que, “si los activos están mal, los jubilados están aún peor”