La oferta no logró satisfacer las demandas de los policías activos y retirados, así como del personal penitenciario, que continúan exigiendo una significativa recomposición salarial. La falta de un acuerdo entre ambas partes mantiene la tensión en la zona de la manifestación.

La protesta, que cuenta con la participación de activos y retirados de la policía y la penitenciaría, ha ganado apoyo de otros sectores de la sociedad. En solidaridad con el reclamo policial, se han sumado docentes, trabajadores de la salud y del poder judicial, lo que refleja la amplitud y el alcance del descontento social ante las condiciones laborales precarias.

Después de varias horas de intensas deliberaciones, 25 delegados de las unidades regionales y dependencias del interior y zona capital se reunieron en un esfuerzo por resolver el conflicto salarial que mantiene en vilo a la provincia. Sin embargo, el encuentro concluyó sin llegar a ningún acuerdo.

“No llegamos a ningún acuerdo”, informó Ramón Amarilla, vocero de los policías, expresando la decepción del grupo ante la falta de avances en las negociaciones. “Nos ofrecieron algo, pero no nos parece lo que corresponde”, agregó, señalando que la oferta del gobierno no satisfizo las demandas de los representantes policiales.

Ante esta situación, se decidió pasar a un cuarto intermedio para reanudar las conversaciones mañana, lunes, al mediodía, esta vez con la participación del ministro de Gabinete, Héctor “Kiko” Llera. Los delegados expresaron su esperanza de que esta nueva ronda de negociaciones pueda conducir a una solución satisfactoria.

“Nos dijeron que van a hacer un esfuerzo, van a hablar con el Contador Adolfo Safrán y van a tratar de destrabar esta situación”, reveló.

“Estamos superando más de 7 mil efectivos policiales, familiares y retirados”, señaló, subrayando la amplia repercusión del conflicto en toda la comunidad.

“Esperamos destrabar esta grave situación”, concluyó el delegado, reflejando la determinación del grupo de encontrar una solución que respete los derechos y las necesidades del personal policial y sus familias. “Vamos a seguir acampando porque no firmamos nada”, cerró Amarilla.