PUERTO IGUAZÚ. Las Cataratas registran el volumen más bajo de la historia y la ciudad que gobierna el intendente renovador Claudio Filippa, ya golpeada por la crisis del nuevo Coronavirus, muestra un empeoramiento en los servicios de agua potable, con numerosos barrios sin el vital servicio. Esta crisis hídrica se debería, entre otras cosas, a una sequía histórica –la peor desde 2006- y a la decisión del gobierno de Jair Bolsonaro, de cerrar compuertas de represas, río arriba.
Según el portal Entreriosya, el intendente del Parque Nacional Iguazú, Sergio Acosta, señaló que las Cataratas del Iguazú atraviesan su peor sequía en más de una década. Explicó que el caudal normal es de 1.300 a 1.500 metros cúbicos por segundo y este domingo llegó a 289 metros cúbicos, algo que se vio reflejado de manera impresionante en los diversos saltos.
La sequía agravada por el cierre de compuertas de represas en Brasil
Las autoridades atribuyen el escaso caudal a la falta de lluvias en la región y al cierre de compuertas de las represas de Brasil, ubicadas río arriba de las Cataratas. “Estamos atravesando una sequía histórica, el caudal está en 289 metros cúbicos por segundo, cuando lo normal suele ser 1500”, señaló Acosta quien señaló a la falta de lluvias y a las represas brasileñas.
Las imágenes tomadas en el conocido salto Bosetti (una de las postales principales de Cataratas del Iguazú junto a la Garganta del Diablo) y en el salto Dos Hermanas, muestran el dramático bajo caudal del río Iguazú en estos días.
El “pico” mínimo se alcanzó al mediodía del lunes, con apenas 287 metros cúbicos por segundo, aunque durante toda la jornada se estabilizó en torno a los 289, un poco por debajo de los registros del sábado, según el informe emitido cada hora por la brasileña Companhia Paranaense de Energia (COPEL). El mínimo histórico de este siglo se registró en 2006, con apenas 256.
Los barrios de Iguazú, sin agua potable
Con el menor caudal del río Iguazú en los últimos 15 años, la ciudad de las Cataratas vive horas muy complicadas en cuanto al abastecimiento de agua potable. El cierre de compuertas de las represas brasileñas, que contribuyó a agudizar la ya de por sí extraordinaria bajante del río, ya está afectando a la provisión de agua potable. Y la ciudad ya está en crisis por la suspensión del turismo nacional e internacional en el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus (2019-nCov, también conocido como SARS COV 2).
La crisis hídrica dejó a buena parte de la población local sin suministro de agua potable. Los barrios más comprometidos, tales como Santa Rosa, Santa Rita, Villa Alta o Primavera, habrían recibido agua a través de camiones hidrantes enviados por el municipio. Hasta el momento, no hay un reporte oficial de la gestión de Claudio Filippa, informando sobre la cantidad de personas que carecen de agua potable en estos momentos en la ciudad de las Cataratas.
