[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pertenece al Inym y cuenta con información para los consumidores sobre qué deben tener en cuenta a la hora de comparar productos, que varía con cada marca y que existe una yerba mate para cada gusto.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”110937″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center” title=”Foto Mate Sabio.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) con su sede central en Posadas, Misiones, elaboró una “guía de consejos útiles” que los consumidores de yerba mate deben tener en cuenta a la hora de comparar productos, incluyendo algunos factores como el tiempo de estacionamiento y la mezcla o blend que elabora cada marca y que existe una para cada gusto.
“Si bien en las góndolas, kioscos y almacenes hay una amplia variedad y tipos de yerba mate a la hora de elegirlas debemos tener en cuenta algunos factores, como el tiempo de estacionamiento y la mezcla o blend que elabora cada marca”, indicaron desde el Inym.
El instituto explicó que “cuando tomamos un mate, el tiempo de estacionamiento y las proporciones de hoja, palo y polvo (el blend o mezcla); van a influir en el sabor, intensidad y duración del mate. Cada marca de yerba mate, determina el tiempo de estacionamiento para su producto y elabora su propio blend; es decir que el tiempo y las proporciones de hoja, palo y polvo van a variar”.
En cuanto al tiempo de estacionamiento señalaron que “la yerba mate se almacena en cámaras especialmente acondicionadas, donde se controla la temperatura y humedad para lograr su maduración. El estacionamiento natural dura entre 9 meses o 1 año, durante ese período la yerba mate desarrolla su aroma y sabor”.
Otro factor es cómo se produce el blend y en ese sentido informaron que “cada elemento de la mezcla, contribuye a lograr el mate que nos gusta. Las hojas aportan intensidad de sabor, mientras que los palítos ayudan a conseguir un suave equilibrio de sabores. El polvo, es un componente fundamental para fusionar las distintas notas que componen el sabor de la yerba, y además, es el responsable de lograr un mate suave y espumoso”.
Por otra parte señalaron que hay un tipo de yerba mate para cada gusto por ejemplo “si queremos disfrutar de un mate suave, la yerba mate tradicional (con palo) es una buena opción. Posee un promedio de 70 % hojas secas y trituradas y un 30% de palo. Según el Código Alimentario Argentino (CAA), tiene que tener al menos un 65% de hojas desecadas, rotas o pulverizadas y no más de un 35 % de palo”, indicaron.
Para aquellos que “gustan de un mate más fuerte, duradero y de sabor intenso, la opción es utilizar la yerba mate sin palo. El CAA establece que la yerba mate sin palo debe tener no menos de un 90 % de hojas desecadas, rotas o pulverizadas y no más de un 10 % de palo”.
A los que les gusta una yerba mate compuesta existen elaboraciones que contienen hierbas como el boldo, tilo, manzanilla, poleo (entre otras). A las propiedades antioxidantes y energizantes de la yerba mate, se suman las propiedades de las hierbas naturales.
“Algunas pueden tomarse después de una comida, ya que muchas de estas hierbas son digestivas. Otras producen una sensación reconfortante, relajante y de bienestar. Donde el CAA dice que cada paquete debe contener hasta un 40% de hierbas aromáticas, el 60% restante deberá contener yerba mate”, recomendaron.
A los consumidores que les gusta la yerba mate saborizada y desean ir cambiando los sabores recomendaron que “pueden encontrar en las góndolas una amplia variedad de yerbas elaboradas con esencias naturales y sabores que van de los cítricos (pomelo, limón, naranja) a los exóticos como frutos del bosque y tropicales”.
Para los que toman tereré informaron que “es una bebida típica del Paraguay y del litoral de la Argentina. Se toma con agua fría o jugos naturales. Tiene menor contenido de polvo, esto evita que se obstruya la bombilla para ello se utiliza yerba mate con una molienda más gruesa”.
Otra opción es la yerba mate Barbacuá que es “sometida a un proceso de secansa utilizado por los nativos guaraníes. Barbacuá significa “tostado” en guaraní.
Consiste en un proceso lento y artesanal, en el que las hojas son expuestas al calor del fuego de leña durante todo un día. Este proceso le da a la yerba mate un ligero sabor ahumado o tostado propio de las maderas utilizadas durante el secado de las hojas”.
También existe una yerba mate orgánica que para “su elaboración se tiene en cuenta el cuidado del medio ambiente. Desde la siembra hasta la cosecha, se evita la utilización de agroquímicos, existen distintos organismos nacionales e internacionales que certifican tanto el proceso de elaboración como la utilización de materiales reciclables en envases y empaques”. (TÉLAM).
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