“Después de una acalorada discusión, logramos que San Antonio se declare en emergencia educativa”, declaró Silva, destacando el éxito de la gestión. Señaló que decidieron no manifestarse en las rutas, concentrando la lucha en el ámbito legislativo local. Además, anunció que la manifestación prevista se pospuso para el viernes, cuando realizarán un cacerolazo provincial a las 18 horas.

Enfatizó que esta lucha es de larga data y que han estado activos en otros ámbitos, como Posadas, aunque lamentó la falta de propuestas y respuestas del gobierno provincial.

“La lucha docente crece día a día”, afirmó, notando la cada vez mayor participación de docentes y escuelas que antes no se sumaban. Destacó las dificultades económicas que enfrentan, señalando que los salarios no alcanzan para llegar al día 10 de cada mes.

“No puedo perder las esperanzas”, agregó, aunque expresó su preocupación por la posibilidad de que las reuniones con la patronal resulten en acuerdos superficiales seguidos, como en ocasiones anteriores, de decretos gubernamentales.

Finalmente, señaló que el docente que está frente al aula y frente al alumno es el que más sufre y recordó que el gobernador provincial también es docente.