SANTA ANA. Durante los últimos días, más de 20 familias del barrio Cerrito de esa localidad iniciaron un reclamo por el servicio de agua potable cuya prestación depende, desde hace más de 15 años, del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS). El reclamo llega luego de varias notas y pedidos presentados ante el Ejecutivo Municipal y el Concejo Deliberante, aunque, por el momento, no hubo respuestas.

En diálogo con MisionesCuatro, el abogado Alejandro Bornet, vecino del pueblo, explicó que el suministro de agua para los vecinos es a través de una cisterna y “el agua que les llevan no reúne los requisitos de salubridad”, denunció agregando que, producto del consumo, sufren todo tipos de enfermedades.

Producto del reclamo, las familias cortaron una calle frente a la municipalidad solicitando una respuesta concreta al intendente Pablo Castro quien se habría comprometido, luego de cuatro horas de manifestación, a encontrar una solución temporaria para la situación. En ese contexto, Bornet aprovechó para comentar que la situación del pueblo es decadente, “las calles son intransitables e inaccesibles”, dijo. “Ni hablar de la iluminación de los barrios, un reclamo permanente”, agregó.