Uno de los puntos clave de conflicto es el reciente aumento salarial, firmado con otro sector, que elevó el salario básico a $61,500. A pesar de este incremento, sigue siendo considerado insuficiente debido al persistente marco inflacionario y al problema del achatamiento de la pirámide de antigüedad.
Rzesniowiec mencionó la llegada de una cifra significativa de fondos del gobierno nacional que no se encontraban registrados oficialmente. Esta situación estaría perjudicando a los jubilados y tendría un impacto en la liquidación del Sueldo Anual Complementario (SAC).
En un gesto de buena voluntad de las partes, acordaron la formación de mesas interministeriales para abordar cuestiones urgentes. Una de ellas se enfocará en permitir que los jubilados reciban los aumentos de forma diferida. Otra mesa abordará la situación de los maestros especiales y los niños con discapacidad que asisten a escuelas comunes, una cuestión que requiere una solución urgente.
Además, se anunció un aumento per cápita del 9% en comedores escolares. Sin embargo, estos fondos presentan retrasos en su ejecución, y se prevé que los pagos retroactivos se realicen en los meses de agosto y septiembre.
Se ha pactado un compromiso para volver a discutir el tema salarial el próximo 6 de noviembre, lo que refleja la voluntad de ambas partes de seguir trabajando en una solución.