Según fuentes cercanas a las negociaciones, este sector es considerado el más duro y determinado en sus demandas. La posibilidad de una huelga y la interrupción de servicios se vislumbra como una amenaza latente en caso de que no se alcance un acuerdo satisfactorio este viernes.
La presión por parte de los trabajadores refleja la urgencia de mejorar las condiciones laborales y salariales en la empresa. El sindicato, en representación de los empleados, ha dejado claro que están dispuestos a tomar medidas extremas si no se atienden sus demandas de manera oportuna y adecuada.
La reunión de mañana será crucial para determinar el curso de acción a seguir.