Según el subgerente de Sistemas de Información y Alertas Hidrológicas del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús, la bajante extraordinaria del nivel de las aguas en el curso del río Paraná se agravará en las próximas dos o tres semanas,
“Estamos con una situación un poco engañosa. Por un lado, hubo algunas lluvias en las últimas semanas en lugares que permiten cierta estabilidad, o sea, la tendencia bajante no continuó en lo que hace al caudal que ingresa a territorio argentino. Pero eso es falso o imaginario, porque es un solo evento que se dio. No hay continuidad de lluvias”, explicó Borús en diálogo con la radio LT8 de Rosario.
Además, explicó que “parte de lo que se recibe en caudal es un desembalse de los embalses que hay en la cuenca del Paraná en Brasil y del río Iguazú”.
“No tenemos una situación natural. En cuanto eso deje de ocurrir, vamos a tener una tendencia descendente más marcada. Y en todas las secciones del río Paraná en Argentina se registrarán niveles menores todavía”, alertó Borus.
“Tuvimos en los últimos años una variabilidad muy fuerte en el clima, muy potenciada que hace que no haya dos años seguidos iguales. El tema de la estacionalidad está en dudas. Decir cuándo es la época más lluviosa del año es totalmente difuso. En la cuenca del Paraná, que es donde más llueve por año, es donde la estacionalidad está más desdibujada. Ya prácticamente no se sabe cuál es el mes con más lluvias y cuál es el de menos”, explicó el funcionario.
Además, cabe recordar que está vigente la veda total de pesca en el Paraná y el Iguazú. La restricción se mantendrá “hasta tanto no varíen las actuales condiciones críticas”, según informaron las autoridades. Como excepción, se mantiene vigente la pesca de subsistencia, a los pescadores que cuentan con el permiso.