El río Paraná mantiene una tendencia de crecimiento desde fines de febrero y recupera de a poco su altura normal en varios puertos de algunas ciudades, aunque el Instituto Nacional del Agua (INA) aseguró que seguirá por debajo de sus niveles normales al menos hasta al menos el 31 de mayo próximo.
Esta bajante histórica comenzó en marzo del 2021 y generó notorios cambios en la vida ambiental y económica de las provincias de la Mesopotamia.
“Prevalece una condición general de aguas bajas, y los niveles fluviales continuarán en esa condición por las próximas dos semanas, por lo menos”, advirtió el INA.
Asimismo, sostuvo que persiste un escenario de déficit hídrico, a pesar de que en las últimas semanas se observó una mejora por carga en las reservas de agua en algunas de las áreas.
Además, señaló que la perspectiva climática “no permite esperar una mejora sensible o normalización de la situación hidrológica en la primera mitad del otoño”.