El nombre de Holzweissig fue introducido en el expediente por los hijos de Blanco, que aseguraron que el hombre, dedicado al negocio de la mueblería, vinculado también a un boliche de la zona, tenía una relación ocasional con la víctima. El dato surgió también de la apertura de uno de los dos teléfonos de Blanco.

Holzweissig fue allanado dos veces, pero no había sido detenido. Luego, un análisis de cámaras de seguridad mostró a su auto, en las inmediaciones de la casa de la mujer en el posible momento del crimen.

También se inspeccionó un terreno lindero a la casa del sospechoso, donde se halló un celular, que podría ser de Griselda, ya que faltaba uno de sus teléfonos al momento del crimen y un cuchillo, (la víctima tenía también lesiones compatibles con arma blanca).

Con estas pruebas producidas por la Policía Federal, la fiscal María José Barreiro Sahagún pidió la detención del hombre.

Además, fue liberado Armando Jara, ex pareja de Blanco, que había sido detenido la semana pasada y quedó imputado por femicidio.

La investigación de la División Homicidios fue clave para revertir esta situación. Asimismo, la PFA, emitió un comunicado consensuado con la fiscal del caso, donde se relató la actual hipótesis del caso. Sobresalen dos términos en el texto: “relación tóxica” y “extorsión”. El extorsionado sería el nuevo detenido.

“Resultaron fundamentales las declaraciones testimoniales de los hijos de la víctima, ya que pusieron en conocimiento a los investigadores de la relación tóxica de su madre con quien resultaría ser el victimario”, señala el texto.