El incidente ocurrió aproximadamente a 135 kilómetros de Posadas. Más de una docena de ladrones armados tomaron la comisaría local, golpearon y encerraron a los policías en una celda, antes de proceder a arrancar del suelo un cajero automático para hacerse con el dinero en efectivo.
Según informes del portal El Nacional, el grupo estaba compuesto por entre 12 y 15 delincuentes que redujeron a los efectivos policiales. Luego, utilizaron un patrullero de la Policía Nacional para chocar contra la estructura de un cajero del Banco Nacional de Fomento (BNF), que se encontraba frente a la sede policial. Posteriormente, cargaron el cajero automático en la camioneta en la que habían llegado y se dieron a la fuga.
Los delincuentes, que hablaban español, guaraní y portugués, utilizaron armas largas y cortas durante el asalto.
Carlos Acosta, director policial de Itapúa, señaló que están revisando las cámaras de circuito cerrado de los locales de la zona en un intento por identificar a los perpetradores. Además, no descartó la posibilidad de complicidad interna, sugiriendo que los delincuentes podrían haber actuado con la ayuda de algún uniformado que tenía conocimiento de la situación dentro de la comisaría.
El comisario Carlos Benítez, comandante de la Policía Nacional, reveló que habían recibido información aproximadamente una semana antes del incidente sobre un posible asalto de gran magnitud en la zona de Mayor Otaño.
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