“Estamos bien dentro de lo posible”, comenzó Bordin, describiendo la magnitud del desastre. “Fue catastrófico”, añadió, reflejando el caos y la destrucción que presenció durante las inundaciones.

Según su relato, las inundaciones llegaron de manera repentina, sin dar tiempo a la población para evacuar y buscar refugio. “No dio tiempo para que la gente salga y se resguarde”, lamentó, destacando la desesperación y la angustia que experimentaron mientras quedaban atrapados en sus hogares.

Bordin y su familia se vieron obligados a refugiarse en el segundo piso de su casa, quedando a merced del socorro durante aproximadamente 30 horas hasta que finalmente fueron rescatados por un barco. “Estamos a salvo después del caos aterrorizante”, expresó aliviado.

El testimonio de Bordin pone de manifiesto la situación desesperada que enfrentaron miles de personas durante las inundaciones, con gritos de socorro y una lucha desesperada por salvar sus vidas y las de sus seres queridos, especialmente los niños.

En cuanto a las pérdidas materiales, describió la devastación total, con la pérdida de su automóvil y otros bienes. Sin embargo, a pesar de la tragedia, mantiene la esperanza y la determinación de reconstruir sus vidas. “Tenemos la oportunidad de continuar”, afirmó con esperanza.