Salud

Desmienten que las siestas estén relacionadas a problemas de salud

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Según explicó el neurólogo Alejandro Andersson, las investigaciones científicas que se publicaron recientemente corresponden a personas de una sociedad en cuya cultura no existe la costumbre de la siesta y que, probablemente, tomaron a personas que presentaban comorbilidades no relacionadas a la práctica de descansar de día.

Desmienten que las siestas estén relacionadas a problemas de salud

POSADAS. Recientemente, la Clínica de Medicina del Sueño del Centro Médico de la Universidad Banner, en Tucson (Estados Unidos), difundió un trabajo científico que cuestiona lo saludable de la práctica de dormir siesta. “Las personas que duermen la siesta con frecuencia tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión arterial y sufrir un ictus”, según detalla el informe, que agrega que “esto puede deberse a que, aunque dormir la siesta en sí mismo no es perjudicial, muchas personas pueden hacerlo debido a que duermen mal por la noche. Dormir mal por la noche se asocia con una peor salud, y las siestas no son suficientes para compensar eso”, sostiene el psicólogo clínico Michael Grandner en un comunicado.

Ante esta cuestión, Previa Informativa consultó al neurólogo Alejandro Andersson, quien planteó que las investigaciones deben tomar como variable el acervo cultural, esto es, si existe o no la costumbre de dormir siesta en la sociedad de la que provienen los participantes de las investigaciones sobre el sueño y sus efectos en la salud.

Las siestas deben ser analizadas teniendo en cuenta la cultura

Dejando en claro que está demostrado que el descanso suficiente, y en particular el sueño profundo, es indispensable para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario y para otras funciones orgánicas clave, Andersson insistió en que la siesta en sí misma, no tiene efectos negativos para la salud.

“Salió publicado un trabajo donde encontraron que el grupo de personas que dormían siestas de 1 – 2 horas o más, tenían más probabilidad de desarrollar una larga lista de patologías, entre ellas el cáncer. Pero esto depende de la cultura del lugar. Si estás en un país donde no se duerme siesta y los que lo hacen, se quedan toda la noche despiertos mirando tele o fumando o haciendo una actividad que no es sana, o tienen depresión, van a dormir siestas prolongadas. Justo la población que seleccionaste va a tener un montón de enfermedades, pero por tener comorbilidades no por dormir la siesta”, explicó Andersson apuntando a un posible sesgo en la investigación norteamericana.

Asimismo, Andersson insistió en que la siesta corta de 30 minutos, en la que no se llega al sueño profundo, otorga ventajas de aprendizaje y otros efectos benéficos para la salud.

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